Crece el desempleo. Cual si fuera una planta cuyos productos fueran necesarios para fortalecer la alimentación de la población, como si estuviera siendo fertilizada de manera excelente, buscando que sus productos se multiplicaran cada vez con mayor intensidad, así se ve el crecimiento del desempleo en el estado de Veracruz.

El desempleo, lo mismo en Coatzacoalcos que en Córdoba, Poza Rica y la misma capital del estado, donde, tan solo en esta última ciudad, se han perdido más de 10 mil empleos, sin que las autoridades responsables digan o hagan algo para frenar ese jinete apocalíptico que no se ha detenido ni un solo momento y que, sin lugar a dudas, no hay para cuándo se pueda detener.

El optimismo enfermizo de algunos funcionarios, contrasta de un modo hasta grotesco con la realidad, la evidente realidad que, quiérase o no, ya mantiene en jaque a la población, lo que, obviamente, habrá de desencadenar toda una serie de acontecimientos que habrán de impactar lo mismo en la zona urbana o la rural.

Por el desempleo, el incremento exponencial de los actos fuera de la ley, se habrán de disparar y no habrá poder humano ni elementos policiacos que logren contener esa escalada que ya está a la vuelta de la esquina. Al decir que tan solo en Xalapa se han perdido más de 10 mil empleos, se debe de entender que un aproximado de 40 mil personas se encuentran a la buena de dios para poder comer y pagar los servicios que requieren para llevar una vida digna.

Sirve y sirva como ejemplo, en relación con el lacerante desempleo, el incremento de vendedores ambulantes en diversas calles. El llamado comercio informal ha aumentado, tan solo en la capital del estado, más de 1000 por ciento, lo cual da una referencia del grado de desempleo que se vive actualmente.

Escuchar que se van a invertir o ya se invirtieron miles de millones de pesos en la construcción de una planta de equis o ye, o que para el año se tiene la promesa de que tales y cuales empresas van a venir a generar miles de empleos, de nada sirve y en nada coadyuva a la imperante necesidad que existe en estos momentos y que ya causa afectaciones graves en más de 10 mil hogares, tan solo en la capital del estado.

Ya se acerca el 2022 y la luz al final del túnel, lejos de verse más cerca, cada vez se ve más lejana.

Hay que tener cuidado. El dicho popular afirma que “la reata se revienta por lo más delgado”