Manolo Victorio

Las reglas básicas de la política partidistas dictan que una campaña proselitista la gana el equipo de campaña que menos errores comete.

En las campañas actuales parece que los asesores del marketing electoral aplican la sicología inversa. Recomiendan a candidatos y candidatos basar la campaña en ocurrencias, dislates y yerros.

El domingo 21 de abril, al vehículo insignia de la caravana de Claudia Sheinbaum Pardo, le marcaron el alto un grupo de encapuchados, en la sierra de Motozintla, en los altos de Chiapas.

Sheinbaum se fue por la fácil. Basó sus sospechas respecto a que sólo el equipo informativo de la plataforma Latinus cubrió este episodio donde el poder fáctico de la delincuencia organizada mostró su poderío encapuchado al país.

Latinus no gobierna Chiapas. Ahí despacha, en el palacio de gobierno de Tuxtla Gutiérrez, Rutilio Escandón Cárdenas, casado, por cierto, con Rosalinda López Hernández, Administradora General de Auditoría Fiscal Federal del SAT y hermana de Adán Augusto, el broder incómodo de AMLO.

La responsabilidad de la seguridad personal de los chiapanecos y de sus bienes es de Rutilio Escandón, gobernador morenista de Chiapas. Él es el responsable de lo sucedido a Sheinbaum.

Quedó como una anécdota de los territorios arrebatados por el narco al estado mexicano. Pudo ser una noticia con tintes de magnicidio. Es un pico del indicador de la violencia que se vive en las campañas electorales, en el escenario más violento en la historia política de México.

Según data de Laboratorio Electoral, publicada por el diario español El País, México se encamina hacia su elección más violenta: 30 aspirantes asesinados, 77 amenazados y 11 secuestros de aspirantes a un puesto de elección popular, según el cabezal del 23 de abril.

Y en el resumen El País sintetiza: más de 170 ataques contra políticos ponen en tensión las campañas y siembran dudas sobre la gobernabilidad en varias regiones del país, donde la frontera entre el Estado y el crimen organizado es cada vez más borrosa, advierten los especialistas.

La fiesta democrática que impulsan el Instituto Nacional Electoral y los organismos públicos locales, donde la meta es llevar a 7 electores de cada diez a las urnas para que sea una celebración de jauja y confeti, se ve empañada con la sangre de los candidatos y candidatas, emanada después de recibir un balazo en la cabeza o una cuchillada en el pecho, después de hacer un TikTok con el ultimo bocado del tamal y el sorbo postrero de atole de champurrado, como le sucedió a Noé Ramos Ferretiz, candidato de la Coalición Fuerza y Corazón por Tamaulipas a la alcaldía de Ciudad Mante, Tamaulipas, asesinado la semana anterior en la colonia Azucarera.

Veracruz no está exento de la violencia política.

Marisol Delgadillo Morales, consejera presidenta del Organismo Público Local Electoral de Veracruz recién confirmó que el OPLEVER registra 4 solicitudes de candidatos que piden seguridad en sus recorridos proselitistas.

Cuatro solicitudes de abanderados a una diputación local de las 30 curules que estarán en juego en el principio de mayoría relativa para integrar la LXVII Legislatura veracruzana.

Llama la atención el dato porque las campañas para las diputaciones locales iniciarán el martes 30 de abril y llegarán a su final el miércoles 29 de mayo, tres días antes de la jornada comicial. Aún no arrancan las campañas a las diputaciones locales y ya hay solicitudes de seguridad en el escritorio del OPLEVER.

Ese es el primer escenario hipotético.

La segunda hipótesis es que Hipólito Deschamps Espino Barros (MC), José Francisco Yunes Zorrilla (PAN, PRI, PRD) y Norma Rocío Nahle García (Morena, PT, PVEM, FxM) hayan solicitado elementos de la SSP o de la FGE, vía intermediación del OPLEVER, para su protección personal, a la mitad del río, porque las campañas ya terminan el primer mes de proselitismo.

Si así fuere, entonces un candidato o candidata de los 30 distritos electorales veracruzanos se siente en peligro.

El tema de la seguridad seguramente será abordado con profesionalismo, seriedad, probidad y respeto hacia los 8 millones de habitantes de Veracruz por la candidata y los candidatos, en el primer debate que se realizará este sábado 27 de abril desde el museo de Antropología, en Xalapa.

No deben dejar pasar esta oportunidad dorada para darnos la esperanza por el futuro inmediato.

Que no olviden que el bien común es la premisa de la política.

… de otro costal.

Son las 05:00 horas en el fraccionamiento Terranova que construye Casas Carpín, en el kilómetro 2 de la carretera Las Trancas-Coatepec.

Este suburbio constará de 6 mil 500 viviendas donde habitarán 25 mil personas en una extensión de 64 hectáreas. 

Quienes habitan los primeros edificios construidos no requieren despertador. Una grúa apocalíptica horada la tierra con un ariete gigante que abre el espacio para el concreto vaciado de los cimientos y paredes de los complejos de edificios, los golpes son tan profundos que despiertan al más calmado.

Al primer martillazo, la onda de sonido llega al bosquecillo cercano, provocando la ira de las parvadas de chachalacas que pretenden con su estentóreo canto alejar a los albañiles de su entorno.

Es inútil.

Una vez despierto por el ruido del martillo hidráulico, secundado por la protesta de las aves, el residente piensa en el suministro de agua potable para estos 6 mil 500 departamentos y casas.

A la fecha Emiliano Zapata recibe agua potable que la Comisión de Agua y Saneamiento le proporciona en 11 mil tomas de agua.

¿Tendrá la capacidad Xalapa para seguir surtiendo del líquido a 25 mil personas que se vendrán a vivir a esta zona?

Es pregunta.

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