Los recientes señalamientos realizados por el empresario constructor Marcos Salas Contreras, en contra del nuevo director de la Secretaría de Infraestructura, Transportes y Comunicaciones, en cuanto a que existe un alto grado de corrupción y que las obras, en su mayoría, se las están asignando a empresas foráneas, no es un tema que se deba de ver y tomar a la ligera, si no, por el contrario, debe y tiene que ser investigado a fondo hasta deslindar responsabilidades.

Lo expresado por el conocido empresario veracruzano, repetimos no son cosas menores y, tan no lo son cuando afirma que existe un grado de corrupción al interior de esa Dependencia que estaría alcanzando los 40 millones de pesos y que – remarcó- los angelitos que tienen altos cargos en la SITC, antes SCT, por la asignación de obras, se dejan ir pidiendo el 25% de moche. ¡imagínese!

Y es que el empresario de la construcción, Salas Contreras, quien hizo los señalamientos ante diversos medios de comunicación en la ciudad de Xalapa, señaló de manera categórica que tanto en la asignación de obras, el cobre de moches y un sinfín de triquiñuelas más, ya han causado daño patrimonial a la hacienda federal, por lo que los señalamientos deben de ser investigados y, obvio, quienes resulten responsables deberán ser castigados.

Los constructores veracruzanos y quien dirige la organización, ya han hecho las denuncias correspondientes ante las instancias federales y todo hace indicar que van a estar muy pendientes de lo que arrojen las investigaciones.

El hilo siempre se revienta por lo más delgado, en la 4T, ¿se estaría rompiendo por la SICT de Veracruz?