En este espacio, de manera recurrente, aunque a los funcionarios les moleste, hemos publicado el estado tan desastroso en que se encuentran las carreteras de Veracruz, las cuales, sinceramente, están para llorar.

Ya habíamos publicado – no nos gusta decir eso de “se los dijimos”- en varias ocasiones el estado en que se encontraba, por ejemplo, el tramo de Minatitlán-Coatzacoalcos, a un costado de un basurero conocido como “Las Matas”, el cual, por cierto, no ha podido ser inutilizado y se continúa usando como tiradero a cielo abierto, sin ninguna restricción o vigilancia de alguna autoridad.

Bien, en relación con el archiconocido tramo “Las Matas”, publicamos que se encontraba total y completamente destrozado, que ya estaba afectando a los automovilistas y a los automóviles; que la ciudadanía, desde hacía mucho tiempo, clamaba, gritaba y solicitaba a las autoridades de los tres niveles de gobierno que se apiadaran, se enfocaran y, por su madrecita santa, atendieran ese bendito tramo de carretera, el cual consta de 14 kilómetros entre una ciudad y otra. Los oídos sordos de los funcionarios, la ceguera mental y física que los domina, no les permitían voltear a ver el estado de la carretera. Bueno, no voltean a ver ni aquella, ni ninguna otra.

Hace ocho días, poco más poco menos, vino el señor Presidente de la República, don Andrés Manuel López Obrador, el mero Tlatoani, el mandamas, y sugerimos que se diera una vuelta por la referida carretera, que constatara “y viera con sus propios ojos”, el estado en que se encontraba y, pedimos, de una manera respetuosa y atenta, que girara sus indicaciones ante quien correspondiera para que, de una vez por todas, le metieran mano a esos 14 kilómetros de carretera y se arreglara.

Nos dicen los que estuvieron presentes y otros que anduvieron en la gira con el oriundo de Macuspana, que “el riego”, “la bañada”, el jalón de orejas, pues, fue para todos y que nadie escapó a la llamada de atención presidencial.

Alcaldes, funcionarios federales de la SICT, de la SIOP y hasta al mismísimo gobernador Cuitláhuac, tuvieron que agachar la cabeza ante la regañiza presidencial.

Tratando de enmendar la plana y queriendo sacar raja política, no faltaron los abusadillos que presumieron, al siguiente día, que la iniciativa de arreglar la carretera Mina-Coatza, era obra y petición de una aspirante a gobernar Veracruz.

¡Noombre, de que los hay, los hay!  Pronto vamos a ir a checar cómo avanzan los trabajos en dicho tramo. ¡Ah! y le vamos a pedir al señor presidente, que por favor venga más seguido a Veracruz y si puede, que se dé una vuelta por la salida de Coatza a Nanchital. Ahí les va a tocas otro baño a los funcionarios de todos los niveles.