El ORFIS, -Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz- el ente creado para ser vigilante y garante del buen manejo de los recursos del pueblo veracruzano, simple y sencillamente, sigue sin dar color, como se dice en el argot coloquial.
No se conoce, hasta ahora, salvo las declaraciones de la titular, Delia González Cobos, que el ORFIS, ya haya ejercido acción penal en contra de alguno de los que la propia funcionaria ha señalado en sus entrevistas banqueteras o las declaraciones que hasta ahora ha hecho a los medios de comunicación.
Doña Delia, como es del dominio público, en reiteradas ocasiones ha manifestado que alcaldes de todos sabores y colores, pequeños mediano y grandes, le habían metido la mano al cajón; y en la ejecución de varias obras declaradas como concluidas, los exalcaldes, no tan solo habían metido la mano al cajón, sino que también habrían metido la pata –válgase la expresión-, toda vez que muchas de las obras informadas como concluidas, ni siquiera habían sido empezadas. A pesar de ello, pese a las evidencias, y con todo y las declaraciones de la titular del ORFIS, es esta la hora bendita en que, a los señalados, no se les ha molestado, pero ni con el aire de un citatorio para que comparezcan ante autoridad alguna.
Y ni qué decir de los funcionarios de la 4T, hoy convertidos en gobierno y con la sartén por el mango, a quienes la propia responsable del ORFIS también ha balconeado y especificado en los yerros que han cometido, pero ni así, han sido llamados a comparecer.
A los exalcaldes del cuatrienio próximo pasado y del antepasado, la Maestra González Cobos, ya está visto, no los habrá de molestar en lo absoluto. Muchos, obviamente, están esperando la oportunidad que les habrá de brindar su respectivo partido para ser elevados a los altares y doña Delia sabe que se le podría venir encima un alud de situaciones que le resultarían difíciles de manejar.
Y así, al igual que hasta esta hora bendita del señor, doña Delia, habrá de continuar emulando a la famosa Puerta de Alcalá.
Por lo que, obviamente, seguirá sin dar color.