La marcha de ayer 18.

No hubo frío ni lluvia, mucho menos ocupación o entretenimiento que impidiera a cientos de miles de ciudadanos salir a manifestarse en la llamada Marcha por la Democracia.

En más de 100 ciudades de la república Mexicana, en el zócalo de la CDMX, por todos lados fue notoria la enorme concentración, con marcha de por medio, que se logró el día de ayer 18 de los corrientes.

Sin siglas ni colores, sin distingo de estratos sociales o de cualquier otra índole, a cientos de miles de mexicanos, hartos por lo que está pasando a lo largo y ancho de todo el país, decidieron salir a manifestarse y, repetimos, no fue el frío ni la lluvia los factores que lograran hacer desistir a muchos mexicanos para salir a las calles, a las avenidas y a llenar las plazas públicas.

Cuando están por dar inicio las campañas políticas para elegir a quien habrá de ocupar la presidencia de la república, cuando en varios estados del país se van a elegir gobernadores y diputados federales y locales, observar concentraciones masivas como la ocurrida ayer en varias plazas públicas, es razón más que poderosa para  ponderar y empezar a pensar el resultado electoral del próximo 2 de junio.

Habrá quienes digan que los manifestantes, pacíficos por cierto, salieron a las calles y a las plazas públicas motivados por intereses oscuros o enviados por los conservadores; dirán que eran unos cuantos, lo cierto es que de nueva cuenta la sociedad civil está lanzando las advertencias de que están dispuestos a frenar cualquier ataque a las instituciones y están enviando, también, un reclamo enérgico al actual sistema de gobierno.

Lo que viene en los meses de campaña que ya están a la vuelta de la esquina, será de pronósticos reservados.