Xalapa, la ciudad conocida como la Ciudad de Las Flores – traídas de Puebla y Tlaxcala-, la misma que el actual alcalde Pedro Hipólito Rodríguez Herrero, la ha convertido en un verdadero asco, hoy se conoce y se  como una ciudad en el más completo olvido.

Con un eslogan que dice: Xalapa, Florece, el alcalde recolector de tepalcates, se ha encargado de destruir el poco atractivo que le quedaba a la ciudad y, por más extraño que parezca, el munícipe parece empeñado en acabar de destruirla, por lo que su famoso eslogan, la propia ciudadanía ya lo h, modificado y ahora lo pronuncia: Xalapa, fenece.

No se sabe, a ciencia cierta, quien fue el cerebro que convenció al sociólogo alcalde para que ordenara la construcción de una ciclovias en la avenida Ruiz Cortines y sin proyecto o estudio de por medio, de la noche a la mañana, por la citada rúa, amanecieron cuadrillas de trabajadores, construyendo unos montículos según como pasos peatonales e inmediatamente después colocar unos trebejos verdes que indicaran que eso sería una ruta especial para que circularan ciclistas.

Obvio que el alcalde no dimensionó las repercusiones de sus mandamientos o las indicaciones  de sus flamantes asesores, toda vez que no tomaron en cuenta que en muchas partes de la avenida Ruiz Cortines, existen paradas de autobuses, talleres, entradas a colonias e incluso a dos hospitales, el CAE y el ISSSTE, amén de entradas de cocheras y múltiples negocios; una estación de autobuses, entradas a escuelas –Artículo Tercero-, y que hacer circular a conductores de bicicletas por esa importante y transitada avenida, podría traer fatales consecuencias. Ojala y no sea así.

Y, en tanto se realizan “los trabajos” para la construcción de la ciclovía Rodríguezherreriana, una obra que, aparte de inútil y costosa, se antoja no será concluida y, finalmente, quedará ahí como un cementerio de billetes, producto de los impuestos de los xalapeños, la misma ciudad de Xalapa, la también conocida como la Atenas Veracruzana, aunque cada vez se cierren más librerías y la ciudadanía esté dejando de adquirir libros,Xalapa, decíamos, se encuentra convertida en un megabache, por la que muchas de las veces es difícil transitar.

Ahora bien, la referencia del título del presente editorial es  alusión a la inversión millonaria que realiza en sociólogo alcalde en la construcción de una obra que, trasciende, ni siquiera fue consensuada y la gran cantidad de baches que existen en las calles y avenidas, sin que la autoridad haga u ordene su inmediata reparación.  

Y no hace falta recorrer todas las calles para comprobar en que se encuentran la gran mayoría de éstas. Podemos citar, por poner algunos ejemplos: la avenida Américas, la avenida Circunvalación o Lázaro Cárdenas – la que nos habían asegurado que aguantaría el aterrizaje de un Boeing 727; Diego Leño, cerca de Los Berros, Hidalgo, la avenida 20 de Noviembre, la calle Lucio, Úrsulo Galván, Ignacio de la Llave, y así podríamos seguir anotando más y más. Ah, se nos pasaba anotar también, la calle Atenas y la avenida Venustiano Carranza, antes conocida como la Gran Avenida, las cuales se encuentran en pésimas condiciones. Vamos a estar pendientes en cuánto sale, en pesos claro está, la caprichosa ciclovía del recolector de tepalcates Pedro Hipólito Rodríguez Herrero y cuál resulta ser su funcionalidad, así como las consecuencias de su construcción; y, por otra parte, vamos a estar atentos para ver cuándo empieza a reparar las calles y avenidas citadas. Aunque, en honor a la verdad, viendo y sabiendo que este año es electoral y que el 6 de junio tendremos alcalde electo, luego entonces es fácil suponer y precisar que la ciclovía no será concluida y los baches, esos sí,  ahí se habrán de quedar para la posteridad y para acordarnos de la familia del todavía munícipe per secula seculorum