La guerra ya empezó, por si no se habían dado cuenta. Es ya, por definirla de alguna manera, la madre de todas las guerras.  Desde siempre, desde que se inventaron los partidos y se erigieron sus dirigentes en señores de horca y cuchillo, las batallas, los señalamientos y las acusaciones, siempre han existido.

Hoy, en la nueva modalidad de los tiempos, cuando la tecnología de las redes nos avasalla y atropellan a diario, el bombardeo es inminente y la intención de destruir al enemigo, es parte fundamental de pretender alcanzar el triunfo.

Lejos, muy lejos ha quedado la dignidad de las personas, el respeto a su intimidad y todo lo que usted quiera y guste anotar, han quedado a la deriva, toda vez que lo único que se busca es el triunfo, al precio que fuere.

Hablamos de la guerra electoral. La madre de todas las guerras y de todas las batallas. Todos contra todos.  Los spots trasmitidos por los medios electrónicos, nos dan cuenta de que, de aquí al 6 de junio, no habrá tregua ni se dará cuartel a nada ni a nadie.

La guerra pues, ha empezado. Listos todos para el fragor y los disparos a mansalva. Solo resta decir:

¡¡¡Sálvese el que pueda!!!