“No se hagan bolas, compañeros. El candidato es: _____________________, dijo hace ya un buen tiempo un político, al referirse a sus compañeros de partido, indicándoles, con dicha frase, que la decisión y el nombre del futuro candidato “a la Grande”, ya estaba tomada.

Actualizados en el tiempo, se repite el escenario, aunque con diferentes actores, pero es evidente que la decisión a favor de quien sería la candidata “A la Grande”, desde hace mucho tiempo ya había sido tomada. Sin embargo, los compañeros se quisieron hacer bolas y, por lo visto, bolas siguen hechos.

Y es que uno de los participantes, al no resultar favorecido, acudió a las instancias que la ley le permite y, quiérase o no, luego del mandamiento de la autoridad, están hechos bolas todos y bola, también, se les hizo el engrudo.

La disciplina, semejante a la moral, ese árbol que da moras o sirve para una fregada, según lo dicho por un político potosino, es aquella actitud sumisa que algunos están dispuestos a asumir ante lo que mandata el “compañero presidente”, pero, a contrario sensu, es la oportunidad para demostrar el desacuerdo y rebelarse, pasándose por el arco del triunfo lo que diga “el compañero presidente”

Así que, ahora, sí que se hicieron bolas y no hay quien los “desbolarice”.

En la aldea, también se hicieron bolas y, a pesar de que el dedo divino, desde hacía mucho tiempo ya se había inclinado para favorecer a alguien, muchos escucharon el canto de las sirenas y creyendo que la democracia es el equivalente a la participación de todos en condiciones de igualdad, como “El Borras”, se lanzaron al mar y ahora, luego de no resultar favorecidos, con sus lágrimas han incrementado los niveles de las aguas.

Hubo quién, por ejemplo, creyendo que la luna realmente es de queso y que se puede comer, se dedicó a recorrer la aldea chica y como ofrecer no empobrece, prometió y prometió hasta hacer un río si es que hiciera falta el puente.

Se reunió con pescadores, con campesinos, con estos, con aquellos y a todos, por igual les ofreció “si llegó, como es seguro que será – dijo- vamos a resolver esto y lo otro y aquello, todo va a quedar resuelto”

Pero el día en que se realizaron las votaciones, apenas y logró destacar.

También hubo quien a base de programas sociales y de desperdigar apoyos, sintió que ya tenía al Señor por los bigotes y, de plano, se está dando frentazos al quedarse sin chamba y sin candidatura.

Y así, otros más seguían creyendo que la “invitación” a participar era sincera, pero, nadamas se hicieron bolas. Y así están.

Recito aquí un fragmento de una película del genial Mimo mexicano “Cantinflas”, cuando le preguntan, “¿señor cómo quiere usted que sean las elecciones?

Responde:

Las elecciones van a ser libres, limpias y transparentes, como siempre han sido, para que gane el candidato que yo quiera”

Mil disculpas si el fragmento no es el mismo, pero algo semejante ha ocurrido por estos lugares y “se hicieron bolas”