Algo no cuadra en la Cuarta Transformación. Los hechos no encajan con lo que se dice y lo que se dice y escucha resulta que está muy lejos de la realidad.

O las cosas van mal, o la gente las ve mal. Alguien miente y el otro no se deja engañar. O, tú haces como que me mientes y yo hago como que te creo. Pero, la verdad, no coincidimos.

Por ejemplo: Ya salieron de “prensas” los libros de Texto Gratuito. Sí, los que se reparten antes de iniciar el ciclo escolar correspondiente y se entregan a alumnos y maestros de todo el país para dar una educación de calidad a los estudiantes.

Bien, pues apenas salieron los libros y la andanada de comentarios, la mayoría críticos, se ha dejado sentir y ha sido tema de desayuno, comida y cena en todos los niveles y en todos los hogares mexicanos.

Por lo pronto, ha sido la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la que ha ordenado no distribuir los libros en cuatro Estados, bajo argumentos que han expuesto, tanto gobernadores como la Asociación de Padres de Familia y, por lo tanto, cuando estamos a días de iniciar el ciclo escolar 2023-2024, muchas escuelas primarias y secundarias no tendrán los famosos libros.

La Refinería de Dos Bocas en el estado mexicano de Tabasco, luego de engullirse algo así como 24 mil millones de dólares –una bicoca, vamos- resulta que aún no está terminada, no ha refinado nada y, si los cálculos no andan errados, estaría por sentarse a la mesa a deleitarse otros cuantos milloncejos de dólares más. Lo cual, obviamente, resulta ser lo de menos.

Lo más importante y trascendental es que los tiempos avanzan, los plazos se cumplen y la fecha en que debiera o debería de estar ya refinando sus primeros miles de litros diarios de gasolina, ya se han vencido como 3 o 4 veces y, como dijera el comediante Héctor Suárez: ¡no hay, no hay, no hay!

En el tema de las corcholatas, las cuales andan desatadas y en abierta campaña en busca de quien coordinará al equipo central del partido Morena, rumbo a las elecciones del 2024, pues resulta que cuando hablaban de que habría unidad, entendimiento y paz, pues resulta que lo que menos hay es eso, empezando por la unidad.

En cuestiones de seguridad, de la cual se ha culpado a los gobiernos del pasado, algo tampoco cuadra, porque ya pasaron 5 años y el número de difuntitos y masacres aumenta cada día. Ello quiere decir que, a pesar de que nos digan lo que nos digan, los hechos no coinciden con lo que se nos dice.

Luego entonces, tampoco coincide lo que se nos dice con lo se ve y se sabe en torno a la Refinería de Dos Bocas, la cual ha sido bautizada como Olmeca, pero que dentro de poco le van a poner por nombre Andrés Manuel López Obrador.

Como que tampoco, luego entonces, se coincide lo que se nos dice de los libros de texto, los cuales nos afirman que los errores que nos presentan, son una ventana de oportunidades, -Max Arriaga-, dixit, toda vez que los señalamientos en contra rebasan por mucho lo que de positivo puedan traer. Y los ácidos comentarios no son menores.

Luego entonces la pregunta de… qué nos pasa, estaría englobando más temas de lo que acontece en el diario acontecer en el territorio nacional.

Pero, más allá del … qué nos pasa, la pregunta sin respuesta es: ¿qué va a pasar?

Sí, qué va a pasar, porque todo hace indicar que la brújula ya se descompuso y el barco, parece, navega a la deriva. Los resultados no son los que se esperaban, los pleitos, con los dimes y diretes, aumentan de nivel y ya están pasando a otra frecuencia.

Las escaleras, por cierto, no se han empezado a barrer de arriba para abajo. ¡Ah!, y la temporada de huracanes ya ha comenzado y ha empezado a causar estragos. Para terminar, solo podemos decir: ¡Oh! – recordando al genial Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, ¿y ahora, ¿quién podrá salvarnos?