Y claro que aquí no pasa nada. ¿Qué va a pasar, cuando pase algo? Pues, es obvio, que nada va a pasar.

A ver, ¿qué pasa, cuando las corcholatas, esos aspirantes que quieren ser o alcanzar la nominación “a la grande” andan para arriba y para abajo, haciendo mítines y concentraciones llamadas “Asambleas Informativas” y no hay poder humano ni ley que revise, fiscalice y sancione el gastadero económico que andan haciendo por todo el país. No pasa nada.

¿Y qué pasa cuando por todo el país, crece, aumenta y se eleva la violencia a niveles insospechados? Y aparecen por aquí, por allá y acullá, cuerpos desmembrados y acontecimientos que hacen ponerse la piel de gallina al más pintado ¿Y qué pasa? Pues no pasa nada, toda vez que sigue la indicación del mando supremo de que “debe de haber abrazos no balazos” No pasa nada.

¿Qué va a pasar con los cuestionados libros de texto gratuito? Esos que, a decir de los que ya los revisaron, tienen y les sobresale una evidente instrucción para imponer en los educandos, ideas, acciones y un sinfín de situaciones que, podrían afectar la mente de las y los estudiantes. No, claro que no va a pasar nada.

Que si una jueza ordenó fuera suspendida la distribución de los LTG, que si los padres/madres de familia no los quieren y por ende los están rechazando; que si en cuatro estados del país no los van a distribuir y que si los mismos maestros encuentran y tendrán dificultades para utilizar y enseñarles los temas que ahí vienen a las y los estudiantes, podemos decir y afirmar que… no va a pasar nada.

Que, si los vehículos que utilizan gasolina pasarán a la historia y que ahora vienen los autos eléctricos, por lo que las refinerías ya no serán necesarias, y por lo que no se sabe qué utilidad tendrá o se le dará a la cuasi terminada Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, eso no tiene importancia y tampoco pasa nada.

Que si los partidos políticos, de manera interna, andan “de la greña”, porque no quieren unirse a otros institutos políticos para hacer una coalición y sacar un candidato en común; que si la práctica de los  llamados chapulines o trapecistas será de nueva cuenta puesto de moda; que si la violencia habrá de marcar la diferencia en las próximas elecciones; que si el reparto masivo de beneficios, que si las becas a los estudiantes, que si el incremento económico a los abuelitos, es con la finalidad de asegurar los votos para el 2024, no pasará más allá de artículos, notas y columnas en los medios noticiosos, pero, no pasará nada. No pasa nada.

Que, si los campesinos y productores agropecuarios carecen de garantías para sembrar, producir y vender sus productos, no pasa nada; que si las carreteras están para llorar y provocan accidentes causando muertes, dolor y pérdidas económicas, tampoco pasa nada; que si los feminicidios aumentan, no pasa nada, que si los desaparecidos se incrementan de manera exponencial y las autoridades ponen oídos sordos, no pasa nada; que si nuestros hermanos siguen huyendo hacia el país vecino en busca de nuevas oportunidades; ¿qué pasa? Pues no pasa nada tampoco.

Por eso es que siempre hemos dicho y afirmado que: “En este pueblo nunca pasa nada y cuando pasa, tampoco pasa nada” No pasa nada.