Pues, no está bien decirlo y menos presumirlo, pero en cuanto al buen funcionamiento o los resultados que se esperaban del ORFIS, no han dejado satisfecho a nadie… de los veracruzanos, claro está.

El ORFIS, es gran elefante blanco, hasta ahora no ha servido para bendita la cosa, excepto, para dar cabida a un buen número de funcionarios que, en calificación de competitividad, estarían siendo reprobados.

¿Cuántos trabajadores tiene el ORFIS operando en la revisión de la Cuenta Pública en el estado de Veracruz? ¡Chi Lo Sa! Pero el detalle, y ahí está el detalle dijera el mimo mexicano Mario Moreno, es que después de los múltiples anuncios que ha hecho la titular del organismo, señalando que las cuentas ya habían sido revisadas y que ahora sí habría responsables a los cuales aplicar la ley, resulta que todo quedó, como siempre, en pura llamarada de petate.

Y es que en la semana que recién terminó, la auditora general del Órgano de Fiscalización Superior, Delia González Cobos, en comparecencia ante diputados, detalló lo relacionado con la Cuenta Pública…¡del 2021!, donde se dio a conocer que existe un daño patrimonial de…¡Dos Mil Novecientos Cuarenta Millones de Pesos! ¡Nadamas del 2021!

Se limpiaron las cuentas de siete ayuntamientos, y colorín colorado el cuento se ha acabado.

O sea, después de tantos anuncios de que ahora si se fincarían responsabilidades, que ya se integraban los expedientes para enviarlos a la Fiscalía General de Justicia del Estado, en donde se integrarían las Carpetas de Investigación y que ¡ahora sí ya no habría impunidad!; pues resultó, al final del cuento, que no va a haber sanción para nadie.

De la comparecencia, doña Delia González Cobos, casi sale en hombros, cargada por los diputados que no supieron hacer y fundamentar sus cuestionamientos. Un cuento similar estaremos viendo en el 2024 cuando la titular del ORFIS acuda a explicar los resultados de la Cuenta Pública 2022. Y asi…¡ seculorum per seculorun!