Por Edgar Hernández*

Con la llegada del gobierno moreno que encabeza Cuitláhuac García la corrupción, los malos tratos, el abandono y la negligencia en el Hospital Regional “Luis F. Nachón” de Xalapa tomaron carta de naturalización.

No hay medicamentos, las filas en el área de urgencias son enormes, se carece de quipo para hacer estudios radiológicos y de laboratorio, mismos que se tienen que realizar por fuera, donde se llevan comisión, y el despotismo y malos tratos del personal son el sello de la casa.

Si bien herederos de malas administraciones pasadas ya han trascurrido tres años sin que la situación mejore no solo en el “Nachón”, sino en las 183 obras donde se debieron invertir tres mil millones de pesos que nunca llegaron al sistema hospitalario por subejercicios o malos manejos.

Los buenos modos y la diligente atención tampoco son lo suyo.

Es el caso de la sexagenaria Ivonne Blanchet Cruz, quien tuvo el infortunio de caer en las manos del personal de enfermería, médico y administrativo de este nosocomio capitalino.

Fractura múltiple de tobillo la lesionada de 68 años, fue llevada de emergencia al “Luis F. Nachón” en donde en una primera canalización le dijeron que no tenían material para operar por lo que tendría que esperar unos días. Dos semanas después, cuando estaba todo listo le argumentaron que no había anestesia por lo que solo la iban a enyesar y darla de alta.

Cualquier prácticamente de medicina sabe que los huesos efectivamente sueldan, pero si no están acomodados –tal como se solicitó vía operación quirúrgica- el paciente tendrá que cojear para siempre.

El responsable de la atención de la señora Blanchet, Doctor Samuel Ferrer, no solo asume el “lo toma o lo deja” sino que dio un mes de plazo para que pudiera ser intervenida a lo que la familia le pidió llevarla a su domicilio y regresar en la fecha comprometida a lo que orondamente el galeno le respondió que eso era imposible ya que “perdería el turno”.

El problema, sin embargo, no es esperar la fecha un mes dentro del hospital, sino las condiciones de higiene del área, el mal trato del personal; el frio, la comida dos veces al día que provoca diarrea y la cero asistencia a la paciente que en este caso hasta para ir al baño requiere de la ayuda dada la múltiple fractura en el tobillo.

En otros casos, la situación va de mal en peor.

Desde hace varios meses pacientes con artritis enfrentan dificultades para llevar sus tratamientos al pie de la letra, pues la farmacia del Hospital Civil de Xalapa «Dr. Luis F. Nachón» no cuenta con los medicamentos que recetan los propios médicos que ahí laboran, así lo aseguró María de los Ángeles Aguilar Alejo.

Explicó que el personal de la farmacia responde que no cuentan con los medicamentos y les piden que vuelvan en un lapso de 10 días, sin embargo, nunca encuentran una respuesta favorable.

Otro paciente de 79 años, recién acaba de salir del hospital regional “Dr. Luis F. Nachón” con una receta donde le piden hacerse unos estudios que cuestan ocho mil pesos, que le permita a los médicos conocer el alcance de su malestar en la próstata, no tiene dinero.

Toda su vida trabajó en tiendas y ferreterías, ahora está solo y vive de la pensión que le otorga el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, el mismo que desapareció el Popular para crear el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI)

Otro caso:

Filemón Hernández tiene 31 años y está internado en el Hospital Regional “Luis F. Nachón”. A la altura de la localidad El Castillo, cuando hacía un viaje en su taxi, fue asaltado y golpeado por lo que resultó con una fractura en la clavícula derecha.

El resumen clínico señala que sufre múltiples contusiones, secundarias a agresión por terceras personas y que requiere una intervención quirúrgica. Para poder operarlo. Su madre asegura que por ello debe pagar cerca de 7 mil pesos. Su caso no avanza porque no tiene dinero.

Ese es justamente el “Talón de Aquiles” del sistema hospitalario de Veracruz donde la falta de medicinas, desvío de recursos y ausencia de conocimientos e interés, desde la cabeza, Roberto Ramos Alor hasta su familia y amigos ahí incrustados, tienen de cabeza a la Secretaría de Salud.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo