El Baldón: Por: José Miguel Cobián

Había un tiempo en que las inundaciones en Veracruz eran cosa de todas las temporadas de ciclones. ¿Quién no recuerda la última en la zona de Tlacotalpan donde muchos veracruzanos quedaron atrapados entre ríos desbordados, y se tuvo que evacuar con helicópteros de marina, ejército y dependencias oficiales como la CFE. Eran los tiempos los gobiernos se preocupaban por el bienestar de la población.

Después de 2012 algo sucedió, porque las inundaciones dejaron de suceder. ¿Qué pudo haber pasado? ¿Dejó de llover? UN MOMENTO COLUMNISTA… Después de lo de casitas, todavía se inundó una vez el puerto de Veracruz, NO MIENTAS. Tenías que aparecer, conciencia, te explico, me estoy refiriendo a las inundaciones causadas por incompetencia e incapacidad de quienes manejan las presas, es decir, tanto de la comisión nacional del agua, como de Comisión Federal de Electricidad. Es obvio que cuando hay una inundación por lluvia, es inevitable, pero hay que recordar, que las aguas bajan en dos o tres días, mientras que cuando es inundación intencional por parte de CFE, el agua sigue llegando e inundando durante semanas incluso.

Se inundaba por el desfogue de las presas Cerro de Oro y Temazcal, presas ubicadas en Oaxaca. El nivel subió tres metros, bajó el nivel y en una semana tuvieron que volver a evacuar porque subió de nuevo el nivel del desfogue. Dos inundaciones en menos de 30 días. Curiosamente en aquéllos entonces, las autoridades avisaban que habría inundación, se rentaban bodegas en zonas altas, y allí se llevaban los electrodomésticos y pertenencias de las familias para proteger su patrimonio en lo posible. Había avisos previos incluso cuando no habría desbordamiento, pero si un aumento incluso de medio metro, del caudal a desfogar, para prevenir cualquier riesgo, una señora lavando al pie del río, un niño jugando entre las piedras y que una pequeña crecida se lo pudiera llevar.

Hay zonas donde hay ríos de respuesta rápida, allí nada tiene que ver el manejo de las presas, cuando se desbordan, pero hay maneras de prevenir y alertar a la población para no sufra daños en sus personas y en sus patrimonios. La manera de prevenir, es establecer estaciones meteorológicas a todo lo lardo del río y sus afluentes, para detectar los posibles momentos de aumento de caudal por lluvia, y para vigilar posibles crecidas desde su nacimiento, con el fin de tener tiempo de alertar a la población y tomar medidas.

Protección civil ha sido un factor determinante, en Veracruz se dejaron más de tres mil unidades internas de protección civil en escuelas, palacios municipales, empresas, dependencias estatales, etc., cada uno con un responsable y encargado desde vigilar las rutas de evacuación hasta tener conocimiento de que hacer en situaciones de emergencia. Lamentablemente al llegar Miguel Ángel al poder y después al llegar Cuitláhuac, se le ha dado menos importancia, ya que fue creado en un gobierno priísta, el de Javier Duarte, que así como tuvo cosas malas, también tuvo cosas buenas.

Para finales del gobierno de Duarte, el titular de protección civil tenía que ser una persona con experiencia y certificada en el tema. Para final del gobierno de Miguel Ángel, el titular podía ser cualquier persona con o sin experiencia, pero de preferencia se sugería que la tuviera. Ese cambio en la ley propició que gente ignorante a quien había que repartirle un puesto como botín, llegara otra vez a las unidades de protección civil, desde titulares estatales hacia abajo.

Hoy ya por ley, las empresas de manera obligatoria deben de tener su protocolo de actuación en casos de emergencia, con la unidad interna de protección civil. La nueva ley de protección civil se realizó escuchando a la gente, para aprovechar las experiencias en emergencias de todos los veracruzanos. Hubo humildad por parte de los diputados. A partir de esa ley, se establecieron penas corporales a quienes otorguen permisos y a quienes construyan en zonas de alto riesgo.

Volviendo al tema de las presas, la planeación colegiada para regular el manejo de agua almacenada en las presas es la solución a la que llegó el gobierno de Veracruz. Debido a que la CFE para evitar faltantes en tiempos de sequía almacena agua, sin tomar en cuenta las previsiones meteorológicas. Una de las ventajas de las energías limpias, es que permiten a CFE tener menos preocupación respecto a almacenar mucha agua para generar energía cuando haga falta, ya que esa generación se suple mediante energía solar.

Así se establecieron grupos de trabajo entre gobierno del estado, Conagua, CFE y científicos mexicanos, meteorólogos, etc., de tal manera que se llegó a acuerdos sobre el manejo del agua almacenada en las presas, definiendo máximos y mínimos, a partir de los cuales iniciar el desfogue o cerrar las compuertas. También se hicieron estudios a lo largo de las cuencas, con el fin de determinar el monto máximo de litros por minuto que se podían desfogar sin causar daños a la población ni provocar desbordamientos. Algo que suena sencillo, y cuando hay voluntad política se puede resolver, pero cuando hay soberbia como es el caso del director de CFE, es muy difícil encontrar soluciones.

Cuando el gobernador de Tabasco reclamó a CFE por los daños a su estado, mostró dignidad y sobre todo que le interesa Tabasco por encima de cualquier acuerdo político. La respuesta de Bartlett ante muertos y damnificados, resultó ofensiva no solo para los tabasqueños, sino para todos los mexicanos. Insensible, majadero e irresponsable, Bartlett deja la duda, sobre que le debe el presidente al director de CFE para mantenerlo en el puesto.

Durante este gobierno, han subido los niveles de desfogue, por falta de atención e irresponsabilidad de quienes manejan las presas que atienden el papaloapan, y se corre el riesgo de volver a inundar Tlacotalpan. 12 municipios de la zona recibían alerta anticipada sobre el riesgo de desbordamiento del río, e incluso de alza de nivel, para proteger a la población. Los desfogues planeados. Prevención para evitar daños a la población. Solo se nota esa prevención cuando está ausente, como ha sucedido en Tabasco. Ya no queremos que suceda. Ojalá el congreso y el ejecutivo de Tabasco logren hacer algo igual o mejor de lo que se hizo en Veracruz, y ojalá que el gobierno federal deje de inventar pretextos como el asunto de los ¨rompidos¨, que si bien algo de responsabilidad tienen en cuanto a la facilidad de inundarse del estado de Tabasco, no son la causa principal. Recordemos que una inundación natural dura un par de días. Una inundación causada por desfogue de presas, dura el tiempo que hay que desfogar las presas, que puede ser semanas completas.

El gobierno federal anuncia que expedirán un decreto, cuando ya la ley existe, la Conagua existe, la Cree ya existe. Quizá más bien lo que hace falta, es que el presidente reconozca que instalar amigos ignorantes en las distintas dependencias no le ayuda a gobernar, al contrario perjudica primero que nada al pueblo de México, causa muertes y desgracias, y con ello perjudica al propio presidente, porque su gobierno resulta un mal gobierno.

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