Entre lo utópico y lo verdadero.
Claudia Guerrero Martínez
El aprendiz a Gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, resultó ser un fracaso en este proyecto sexenal y lo peor, cómplice de ladrones del erario público. El honesto, impoluto y defendido, también resultó ser traidor a la confianza impuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Dos años para aprender a gobernar y nunca le ha importado Veracruz. El ritmo laboral se lo dictan desde México, delega obligaciones y poder a sus subordinados, pues a Cuitláhuac no le gusta trabajar. Tampoco tener el mando. Su personalidad es temerosa, sin poder sacar un liderazgo que no tiene, pues a él siempre le han dado órdenes y nunca tener a su mando, ni la limpieza de su cuarto, donde vivía con sus padres, en la Colonia Progreso Macuiltépetl.
Es por eso, que aquí publicaremos el verdadero 2º Informe de Labores, como este desastre de Gobernador lo haría y los veracruzanos exigen su renuncia.
Veracruzanos, vengo aquí para realizar mi obligación constitucional como Gobernador y exponer la verdadera situación que enfrenta este estado, del que muchos electores votaron y confiaron por el Presidente y en mí, su servidor Cuitláhuac García Jiménez, para ser quien dirija esta hermosa entidad federativa. Lo vamos a hacer rápido, para irnos a festejar, pues tengo una fiesta en la pulquería y restaurante “El Rey”, en Las Vigas.
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