Por Inocencio Yáñez Vicencio.

Pertenezco a una generación que pretende identificarse con dos credenciales. Una. Que fue protagonista del 68, aunque algunos farsantes nunca nos mencionan compañeros que puedan avalar su militancia. Segunda. Lanzan los peores epítetos contra Luis Echeverria Álvarez, aunque hubo quienes terminaron bajo las órdenes de personajes siniestros.
No diferenciar a los políticos malos de los políticos malos terminó por equiparar la política con el estiércol, vacío que fue aprovechado por los voceros del mercado, que justamente combaten porque las decisiones que competen al Estado, las tome el capital, nomás que esta vez el poder lo tomó un personaje que capitalizando el desprestigio de las élites políticas por lo malo que habían hecho y por lo que se les imputaba sin razón, se dedicó a hacerse despojado de contiendas electorales y ese martirilogio lo hizo ver no sólo distinto de los gobernantes del momento sino también mañosamente ajeno a la misma política.
Lejos de la época en que despotricar contra LEA arrancaba aplausos, hoy puede emitir juicios sobre este señor sin recibir en automático un linchamiento.
En los sesenta empieza el régimen priista a mostrar signos de agotamiento. La legitimidad democrática exigía dejar atrás la legitimidad que venía del triunfo armado sobre la corrupta y sangrienta dictadura de Porfirio Díaz. Se otorga el voto a la mujer con Ruiz Cortinez, con López Mateos, se crea la figura del diputado de partido. Pero también surgen patologías políticas como la costumbre del gobernante en turno de legitimarse descalificando la obra de su antecesor.
Cuando en 1966, después de asistir a una reunión en Poza Rica, con la Asociación de Estidiantes Pozarricenses, me encuentro en la presidencia munocipal, a la misma persona que horas antes estaba azuzando a los estidiantes y preguntó a Rubén Guzmán, ministerio público federal, quién era esa persona, me dice: es representante de la CIA. Ahi supe que la CIA trabajaba para tratar de destabilizar a los gobiernos latinoamericanas, no gratos.
Muchos juzgan a Echeverría sin conocer la realidad que le tocó vivir. Lázaro Cárdenas, integró su gobierno con cuotas de poder militar. Por eso movía con frecuencia a los jefes de zona militar. Almazán y Enriquez, no obstante, se llevaron a su causa un buen número de militares. Avila Camacho, guardó disciplina por exigencias de la guerra. Miguel Alemán Valdés, aprovecha la demanda que produce la reconstrucción del final de la guerra y el mal llamado Milagro Mexicano, no es otra cosa que el primer piso del neoliberalismo. Ruíz Cortínez, López Mateos y Diaz Ordaz, gobiernan bajo la sombra del alemanismo. Muchas escuelas, calles, parques, estadios, museos, son engalanadas con el nombre de Alemán. El primero en romper ese hechizo fue Echeverría. Pero su gabinete no lo forma a su gusto. Por entonces las cámaras patronales, los burócratas, colegios de economistas, de abogados, las centrales de trabajadores del campo y la ciudad, los militares, tenían su espacio. Algunos más, otros menos,pero todos ejercían franjas de autonomía y llevaban agua a su molino. Echeverría expresaba abiertamente su animadversión hacia Jesús Robles Marinez, que manejaba el SNTE, la FTSE, el IPN, normales y escuelas promarias y secundarias. Campillo Saenz, tenía su ascendencia en el capital, Alfonzo Martínez Domínguez, ligado al grupo Monterrey, Manzo, venía del Colegio de Economistas, Bravo Ahuja, también del grupo Monterrey, Mario Moya Palencia, asociado al alemanismo, Augusto Gómez Villanueva, vinculado al grupo de Aguascalientes del Profesor Olivares.

¿ Que esto es corporativismo? Claro. Pero si no se precisa el tipo de corporativismo, sólo se exhibe o ignorancia o perversidad. Este se reconoce más que producirse desde el Estado. Es un corporativismo social. No igual al sueco o noruego, pero cumplió la misma función: ser pieza clave del pactismo, sin el cual no hay Estado de bienestar. Este corporativismo nada tiene que ver con el que surge desde el Estado y que privilegia disciplina y estabilidad. Menos tiene que ver con el corporativismo fascista que tiene como propósito sustituir la representacion nacional por la representacion orgánica de la sociedad. La asignacion de cuotas se da en toda negociación. El reemplazo de la representación nacional por la representación corporativa se da en el fascismo. Yo les recomiendo a los que tienen por cabecera a Mussolini, mejor lean a Philippe C. Schmitter y a Gerhard Lehmbruch. El error de Arnaldo Córdova, en su libro la ideología de la Revolución mexicana, fue sólo buscar los datos que confirmaran su hipótesis. No le quita méritos a su rigor y calidad de investigador, pero no es lo que recomiendan los empiristas. Además hay que recordar que los modelos sólo son puros como ideales, no como realidades.
Si bien es cierto que el Ejército no lo mueven subalternos, las policías y grupos paramilitares, son accionados por colaboradores del Presidente o autoridades menores. Echeverría ha sido de haber cometido atropeyos que no cuadran con su política general.
Siendo candidato estuvo a punto de perder su candidatura, según el propio Díaz Ordaz, por asistir a la Universidad Nicolaíta. Decretó la amnistía para los estudiantes y demás presos políticos. Abrió su gobierno a muchos jóvenes. Algunos concretaron sus proyectos, otros le fallaron, pero nadie puede negarle que creyó y apoyó a la juventud
El mayor halago que a un parásito, pendenciero y destructor le puenden hacer es compararlo con un hombre que de acuerdo a los registros, trabajaba desde las 7 de la mañana hasta después de las 24 horas en los Pinos y en sus giras presidenciales. Mi plan era hacer una relación de las obras de Echeverria, por lo menos de las más importantes, pero lo dejo para otra ocasión. Únicamente les platicio que le pedía a Fidel Herrera, que me ayudara a reinsertar al dirigente de la Escuela Superior de Economía del IPN, orizabeño: Fernando Hernández Zárate, cosa que con gusto hizo, cuando al platicarle que en Tuxpan, el muro de contención del río se había destruido y no teníamos mueyes, me acercó al presiddnte y me dijo : es tuyo. Terminando de hablar con él, llamó a Hugo Cervantes del Rio, para programar un traslado de secretarios que tuvieran que ver con ese ramo y en pocos meses Tuxpan ya tenía su muro, su carretera a la playa y los mueyes de pesca, fiscal, de mercado y la empresa TECOMAR, se le extendió su estancia. Echevarría fue un gran constructor de obra pública. Tanto que decían los buitres que Cancún, era de él. Con el tiempo quedo claro que Fonatur era el responsable de vender y que la mayor parte era de firmas corporativas.
Para finalizar quiere decirles que mi fobia contra Echeverría terminó un día que encargué a un grupo de alumnos de Economía, que estudiaran el sexenio 70’76 y vaya sorpresa.
Al IPN le creo UPICSA, complejo de Excelencia. La ciudad de ciencias de la salud en Topilejo. nuevas unidades de ESIME, ESCA. Nuevas vocacionales… A la UNAM le creo las ENEP, escuelas profesiones y los CCH… Creo la Univerdidad Metropolitana. Fundó el CIDE. Creo el CONACYT, creo universidades en los estados. Creo nuevas normales. Estableció la Universidad Pedagógica. Creo Tecnológicos Regionales. Estableció Tecnológicos Agropecuarios y Pesqueros. Para tener una idea. Pasamos de 50 escuelas agropecuarias a 700. Otro tanto de CETAS, preparatorias agropecuarias. Fundó Hospitales Regionales del ISSSTE Y del IMSS, COPLAMAR, El IMAN fue una institución de calidad para la niñez. El INFONAVIT construyó un programa de viviendas sin recursos privados. FONACOT y las tiendas del sector público llevaban mercancías a bien precio, tanto, que a toda hora eran atacados por la voracidad privada. Hasta ahora el nombre de Echeverría suena demoniaco para los terratenientes. Más de 20 millones de hectáreas fueron afectadas.
Lo que México ha logrado progresar y modernizar es obra de todos, pero en ese todos, están las administraciones gubernamentales que han cumpido, en cuyo centro, ocupa un lugar la obra de Luis Echeverria, que debe ser cotejada con hechos, no con descalificaciones, que sólo abren las puertas a los oportunistas que quieren que en lugar de la politica sea el mercado quien tome las riendas del Estado.