No hace falta ser adivino para saber que la sequía que se habrá de tener este año, será una de las más fuertes de que se tengan memoria.

En las grandes ciudades ya se han empezado a sentir y sufrir los estragos por la falta del vital líquido y cientos de familias esperan con ansia a que llegue el camión que les habrá de surtir de agua, en l que comúnmente se les conoce como tandeos.

En el campo, productores agropecuarios, ya no saben a qué santo rezarle o a que funcionario dirigirse para que les ayuden a paliar el grave problema que enfrentan por a falta de agua.

Las noticias que diariamente se escuchan y se leen en los medios masivos de comunicación, refieren que los ríos, lagos y lagunas, así como la mayor parte de las presas del país, presentan un muy bajo flujo de líquido y en otros, de plano, no hay nada de agua.

La deforestación, la contaminación provocada por diferentes factores, entre ellos el consumo de energías provenientes de recursos fósiles, han generado el llamado calentamiento global, lo que trae como consecuencia que el cambio climático se esté presentando de un modo alarmante y la falta de agua en muchas partes del mundo, sea hoy un problema de dimensiones inconmensurables.

El desperdicio y abuso del vital líquido, es otro de los factores que está generando que cada vez exista menos el recurso que es indispensable para la vida humana.

La falta de una adecuada cultura del agua, la no existencia de un programa de estudios que enseñe a las nuevas generaciones a actuar de manera responsable en el cuidado del líquido, va a generar problemas inimaginables en u futuro cada vez más cercano.

¿Qué puede o podrá hacer el ser humano si no cuenta con agua? Es una pregunta que parece no tener respuesta, en tanto los especialistas no se avoquen a enfrentar el problema con toda entereza y a dejar de soslayar el problema de la falta de agua de una manera simplista.

¿Quién y cómo se podrá resolver el problema de la falta de agua?

Chi Lo Sa