Fue muy aparatoso, tipo rápido y furioso, el casi intempestivo arribo de funcionarios estadounidenses a la CDMX para “dialogar” con el presidente de México y su Secretario de Relaciones Exteriores, apenas un día después de la comunicación telefónica entre la Vicepresidenta de aquel país, Kamala Harris y López Obrador. La comitiva visitante la integraron el asesor de seguridad nacional del presidente de EU, Jake Sullivan, el secretario de Seguridad Nacional. Alejandro Mayorkas, la subsecretaria de Estado, Uzra Zeya; el director del Consejo de Seguridad Nacional, Juan González; la asesora en Seguridad Nacional de la Vicepresidencia, Nancy McEldowney; el funcionario sénior de la Oficina del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Ricardo Zúñiga, y el subsecretario del Departamento de Seguridad Nacional, David Shahoulian. Los temas que abordaron se irán conociendo paulatinamente, aunque refieren a temas de Seguridad y migración, principalmente; no escapa a ojo de buen cubero, la importancia de esa visita ni las preocupaciones allende el Bravo acerca de su Seguridad Interna, que sin duda guarda estrecha relación con el avance delincuencial en nuestro país y las estrategias para contenerla. A cambio, dejan la promesa del obsequio de vacunas, como buen analgésico para el dolor de cabeza.