Por Petronilo Turrubiates.

Ha sido  más el ruido que las nueces, las que hasta ahora ha  tronado  la titular del Orfis, Delia González Cobos, quien en cuanta oportunidad ha tenido, no ha dejado de externar y casi amenazar de que, “está vez, por las inconsistencias encontradas en las Cuentas Públicas de los alcaldes y alcaldesas que se acaban de ir, ahora sí se les aplicará la ley a aquellos que hayan incurrido en alguna anomalía” Hasta ahora, según las declaraciones de la funcionaria encargada de vigilar y sancionar las anomalías cometidas por servidores públicos, ha señalado que ya ha sido detectado un desfalco de muchos millones de pesos; es más, ha dado a conocer cuáles son los municipios en los que los ahora exalcaldes y exalcaldesas, no tan solo metieron la pata, sino también la mano al erario público. Bien, pues a pesar de esas sensacionalistas declaraciones de la funcionaria titular del Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz, nada habrá de pasar y sus palabras se quedarán ahí como una laguna de verborrea que no espanta ni a un niño de 5 años.

Mal y de malas la Magistrada Presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Inés Isabel Romero Cruz, quien no tan solo pierde todos los casos, sino que la llamada autonomía del Poder que representa, desde su llegada, ha quedado en entredicho, amén de ser vilipendiado y arbitrariamente usurpado por los otros dos Poderes. La evidencia de que doña Chabelita, desde su imposición en el cargo, solo ha servido para acatar instrucciones del mando superior, aunque en ello vaya de por medio el prestigio y la multimencionada autonomía, se hace palmariamente notoria cuando los asuntos de los amparos tramitados por los Magistrados despedidos, los va perdiendo uno tras otro y los demás asuntos, le son echados abajo por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quedando en una verdadera vergüenza. Ante ello, luego de que ha quedado demostrado que los casos, aparte de perderlos, se le han estado saliendo de control, se ha decidido ya  que, si no estamos mal, para el próximo abril, cuando la señora Magistrada Presidenta cumpla sus primeras 7 décadas de vida, le habrán de dar las gracias y mandarla a descansar sin salir de casa.

Desde la llegada del nuevo rector de la Universidad Veracruzana, Martín Aguilar Sánchez, los alumnos, catedráticos y los trabajadores en conjunto, preguntan a sotto vocce: ¿en qué ha cambiado la UV desde la llegada del nuevo flamante rector? La respuesta al unísono es: en nada. Y, realmente en nada ha cambiado la Máxima Casa de Estudios, desde que a esa rectoría llegara un personaje que, a leguas, se nota que no conoce ni de lejos ni de cerca lo que son los planes de estudios; que desconoce por completo el destino de la actividad académica, que ignora el grado de escolaridad de los catedráticos y cuáles son sus cargas de trabajo. A decir de los trabajadores de la Alma Mater, se sabe que Aguilar Sánchez, a estas alturas, aún desconoce en donde se encuentran ubicados los campus universitarios y para que asista a ellos, es necesario conducirlo, toda vez que por sí solo, no llegaría jamás. Nada ha cambiado y ya es fácil vaticinar que nada cambiará en la Universidad Veracruzana con el nuevo rector. Hasta donde estará el descontrol que, trabajadores y académicos así como los alumnos opinan que: ¡mejor se hubiera quedado la anterior rectora Sara Deifilia Ladrón de Guevara González. Y eso calienta.

El tiempo al frente de la Sección 32 del Sindicato Nacional  de Trabajadores de la educación, para el actual dirigente (¿?) Lázaro Medina Barragán, desde hace tiempo ha quedado concluido.  Sin embargo, a falta de un verdadero liderazgo, el aun dirigente, haciendo como que nadie ve su periodo ya ha caducado, se mantiene en el cargo. Obvio es que el liderazgo que pregona como representante de los maestros federales de Veracruz, el oriundo de San Luis Potosí, tiene la fuerza que le queda a un tehuacán que ha sido destapado hace seis meses. Formado a la sombra del extinto Juan Nicolás Callejas Arroyo y hoy colgado de las valencianas del junior Juan Nicolás Callejas Roldán, Medina Barragán no da muestras ni de quererse ir y mucho menos de ser el verdadero representante de los maestros de Veracruz, a los que por cierto, los ha dejado a su suerte y en el más completo desamparo para que, como lo ha dicho de manera reiterada, “a’i que se rasquen con sus uñas” El permitir que un stripper sin preparación, sin conocimientos de lo que es el sistema educativo esté al frente de una de las más importantes secretaría de Veracruz y que el llamado sindicato mayoritario se encuentre cruzado de brazos, es algo que ha de provocar que el extinto JNCA, se encuentre retorciéndose en su tumba. Pura vergüenzas con el potosino.

El hecho de que sea la secretaria de la Mesa Directiva de la LXVI Legislatura, la diputada Arianna Guadalupe  Ángeles Aguirre, no habrá de servir para gran cosa ahora que se integre  la correspondiente Carpeta de lo heredado por su hermano el exalcalde de San Andrés Tlalnelhuayucan, David, de los mismos apellidos. Ya ha trascendido que la diputada priista, secretaria de organización del tricolor, ha jugado con las tres bandas: por un lado hizo creer a su presidente que promovía el voto para los candidatos de su partido; por otro lado, en lo oscurito, hacía lo necesario para que el municipio que gobernaba el hermano, pasara a manos de los morenos y por otro, amarraba diputación plurinominal. El detalle que se le ha pasado a la secretaria de la Mesa Directiva es que al hermanito exalcalde le han empezado a aparecer algunas inconsistencias, y que no son competencias del estado, sino que es la Auditoría Superior de la Federación la que está reportando que las cuentas entregadas por el exalcalde, por ningún lado cuadran. ¿Le alcanzará el poder a doña Arianna Guadalupe para salvar a su hermanito?