Por: Zaynne Córdoba

Sorpresa ha causado la reciente determinación del Tribunal Electoral de Veracruz respecto del expediente TEV/JDC/561/2020, dentro del cual Albertico Rivera del Ángel y María Victoria González Ramos, síndico único y regidora tercera del ayuntamiento de Tamiahua denunciaron, en septiembre de 2020, presuntas violaciones a sus derechos político-electorales por parte del tesorero municipal y la alcaldesa -ahora con licencia- Citlali Medellín, tras haber recibido un ajuste salarial. Lo que era un asunto meramente administrativo, hoy está siendo utilizado con fines políticos.

El Tribunal Electoral de Veracruz resolvió que la ahora delegada de activismo político del Partido Verde Ecologista de México en el norte del estado es una agresora de género, lo cual resulta inaudito.

Quien conoce a Citlali Medellín sabe de su incansable lucha contra este tipo de violencia, y que es una mujer preocupada por ayudar a las minorías, los grupos vulnerables y siempre a la vanguardia en materia de protección de los Derechos Humanos, atributos que la han hecho merecedora de más de un reconocimiento nacional e internacional; por lo que se convirtió en una piedra en el zapato para quienes ven en ella una contrincante difícil de vencer las elecciones del próximo 6 de junio.

Con esta resolución, el tribunal dictó al INE y al OPLE inscribir a Citlali Medellín en el Registro Local y Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género, lo que la inhabilitaría para contender por un cargo público.

Al hacer públicas sus aspiraciones para ser diputada local por el distrito 3 del estado, el partido oficial buscó la manera de quitarla del camino, utilizando para ello al TEV que, actuando con mala fe y dolo, esperó hasta ahora para resolver el juicio con el propósito de que -aunque pueda defenderse legalmente- por los tiempos electorales y las fechas de vencimiento para los registros, Medellín Careaga no tenga oportunidad de registrar su candidatura.

Morena está demostrando con este tipo de tretas que, al no contar con candidatos que gocen de una buena aceptación social, la única forma que tiene de ganar las elecciones es impedir que sus contrincantes fuertes lleguen a la boleta electoral.

Citlali Medellín sigue en pie de lucha, sus posibilidades aún son grandes y su compromiso también, por tal motivo es que ha anunciado que agotará las instancias legales para corregir esta injusticia, donde la verdadera violentada no solo es ella, sino toda la ciudadanía que está siendo víctima de las autoridades, quienes manipulan la ley con fines meramente electorales.