Discurso de Renato Alarcón Guevara, Presidente de la Fundación Colosio Veracruz en el marco del 29 aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio. 

Compañeras y compañeros:

Hace 29 años la vida de un mexicano ejemplar fue arrebatada de manera artera. 

Hace casi tres décadas la historia de este país cambió para siempre. 

El 23 de marzo de 1994 el México que avizoraba un cambio con rumbo y responsabilidad dejó de existir. 

La senda de la oferta política de cambio progresista de finales del siglo XX se iba a postergar. 

Hoy, como cada año, desde ese entonces, nos reunimos aquí para honrar la memoria de Luis Donaldo Colosio Murrieta; un priista de convicción ideológica, un militante leal, un candidato de nuestro partido a la Presidencia de la República  que venía de la cultura del esfuerzo y no del privilegio; que formó parte de lo mejor del PRI; y que siendo representante popular y Presidente Nacional de nuestro instituto político siempre demostró su profundo amor por México. 

Hoy muchas organizaciones políticas y personas utilizan y llevan su nombre como referente de buena política; y qué bueno que así sea; pero nunca podrán cuestionar que para nosotros, los priistas, Luis Donaldo forma parte de nuestra historia institucional; y aunque muchas veces critiquen nuestra alabanza, yo solo puedo decirle a esas voces, que Colosio militó desde su juventud, con absoluta cabalidad y hasta el último de sus días en el Partido Revolucionario Institucional. Colosio era priista le duela a quien le duela. 

En el 65 aniversario del Partido, unos días antes de su asesinato, pronunció ese célebre discurso que ha sido referente de la mejor expresión de la política mexicana. 

Hace 29 años, frente al monumento a la Revolución, Luis Donaldo afirmó, de manera clara y contundente, que veía un México con hambre y sed de justicia, de gente agraviada por las distorsiones del poder y retó abiertamente a asumir el compromiso de cambiar las reglas de esa vieja política. 

Pero Donaldo venía construyendo ese cambio desde muchos años antes; no fue una ocurrencia de momento, ni un simple discurso para ganar adeptos; fue un mensaje claro y contundente hacia las cúpulas de poder de una visión política que Colosio construyó a lo largo de su vida. 

Colosio como Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, convocó a la XIV Asamblea Nacional en 1990; y ahí se propuso transformar las reglas y la morfología del PRI; autolimito a la figura del propio Presidente del partido e impulsó la creación de órganos plurales y colegiados de decisión; abrió el corporativismo tradicional hacia nuevas expresiones y reordenó la cadena de prioridades ideológicas de nuestro partido con la ayuda de 9 mil priistas en una gran Asamblea Nacional. 

Colosio no sólo fue demócrata por el famoso discurso del 6 de marzo de 1994; Luis Donaldo fue demócrata toda su vida; pareciera que la memoria colectiva ha olvidado que el primer Presidente del PRI Nacional en reconocer el triunfo de un gobernador del Partido Acción Nacional fue Colosio. 

Luis Donaldo, como hombre con visión de estado, entendió los profundos cambios sociales que se gestaron en los años 80 del siglo pasado; entendió que la sociedad había rebasado al PRI y se propuso reconstruir la oferta política de nuestro partido desde un contexto moderno. 

Compañeras y compañeros: 

Para honrar la memoria de Luis Donaldo Colosio Murrieta no solo debemos recordar sus célebres frases; tenemos honrar su ideario, sin perder de vista que la vigencia de su pensamiento hoy tiene más sentido que nunca. 

En esta cápsula del tiempo que hoy vivimos, de regreso al México setentero y demagógico, de antes del Colosio progresista; los priistas estamos obligados a entender nuestro tiempo con esa luz de pensamiento y de enseñanza. 

Yo, como muchos millones de mexicanos, cito textual: “veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla.” Fin de la cita. 

Todos los que estamos aquí reunidos y vuelvo a citar “sabemos que el origen de muchos de nuestros males se encuentra en una excesiva concentración del poder. Concentración del poder que da lugar a decisiones equivocadas; al monopolio de iniciativas; a los abusos y a los excesos.”

Ese es el Colosio que hoy nos debe guiar; el que se enfrentó al poder; pero también el que supo construir su tiempo y paso al frente de nuestro Partido. 

Yo pertenezco a esa generación que iba a votar por primera vez en 1994; a esa generación que se hizo priista y creció bajo el ideario del Luis Donaldo Colosio formado y capaz que quería construir un México distinto. 

La gran mayoría de quienes hoy tienen menos de 40 años difícilmente recordarán los duros momentos que vivió la patria en esos años; y el gran faro de luz del pensamiento de Colosio como ese último gran ideólogo que ha tenido nuestro partido. 

La labor política de hoy, queridas compañeras, queridos compañeros, no se trata de difundir los discursos de Colosio; se trata de militar y vivir políticamente con esos principios. 

La labor política de hoy, es anteponer los intereses del país a los del partido. 

La labor política de hoy, es diseñar primero la oferta y luego los nombres. 

La labor política de hoy, es entender que el populismo se combate con inteligencia, pero sobretodo con unidad en la diversidad. 

Nuestra labor política es recuperar la credibilidad de nuestro partido con hechos y no con palabras. 

Las dirigentes de ese PRI que va a recuperar camino y rumbo; tenemos que entender cuál es nuestro momento; ni más ni menos de eso. 

Los militantes de ese PRI que va a recuperar espacios de representación; tenemos que entender cuál es nuestra verdadera circunstancia personal; si nos toca encabezar o sumarse. 

Los políticos que aspiramos a representar a la sociedad; tenemos que entender, como Colosio lo hizo en su tiempo y momento, qué hay mucho México más allá de las siglas de los partidos; y que para representar a esas inmensas mayorías hoy no podemos repetir fórmulas del pasado. 

Los que hoy estamos aquí, honrando la memoria de Colosio, debemos de estar dispuestos a ser parte de la construcción de esa patria, en la trinchera que nos toque. 

Amigas y amigos:

Acá en la patria chica; en nuestro lar jarocho, es donde tenemos mucho que aportar para ese cambio con rumbo y certidumbre. 

Acá en nuestro estado tenemos que ser parte del Veracruz progresista y moderno, más allá del Veracruz salsero. 

Acá en nuestra entidad, debemos ser parte del Veracruz que escucha y construye consensos entre diferentes, más allá del Veracruz opresor de opositores. 

Acá en nuestro querido Veracruz, siguiendo a Colosio, tenemos que construir la visión de futuro correcta para todas las generaciones que vienen atrás de nosotros, más allá del 24 y lo simplemente electoral. 

Acá en Veracruz todos los que estamos enfrente de un Gobierno ineficiente, tenemos mucho que aportar. Ojalá estemos todos, y cuando digo todos, pienso mucho más allá del PRI y de la Alianza Va por Veracruz; pienso en todos los que tenemos que estar para construir ese Veracruz que siempre fue un símbolo de buena política y altura de miras. 

Ese es el Veracruz y el México al aspiramos; ese es el Colosio vigente y vivo en su pensamiento. 

Que viva Veracruz!

Que viva Mexico!

Que viva Colosio!