Por Petronilo Turrubiates.

Ya se fue, ya se sabe, de la Dirección de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, el que fuera director de esa importante Dependencia Federal, Ramón Martín Álvarez Fontán, lo que, dicho sea de paso, causó gran algarabía en el sector de los industriales de la constricción veracruzanos. Y es que los mismos constructores veracruzanos, en reiteradas ocasiones, siempre manifestaban que el funcionario de la SICT los mantuvo relegados de la asignación de obras y que los beneficiados eran empresarios del ramo, pero de otros estados. Pues bien, a la par de lo anterior, ahora habrá que esperar a que la Auditoria Superior de la Federación concluya el proceso de investigación que, afirman, se le ha iniciado a Álvarez Fontán. Las investigaciones ya se centran en algunas de las muchas obras que fueron reportadas a Oficinas Centrales como terminadas y cobradas en su totalidad, pero que no fueron terminadas o, en muchos de los casos, ni siquiera fueron iniciadas. Los constructores veracruzanos, comentan, estarían muy complacidos en coadyuvar con la ASF para realizar una investigación a fondo.

Ya hemos comentado, en anteriores ocasiones, que el Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz, hoy a cargo de doña Delia González Cobos, por más que lo quieran negar y ocultar no deja de ser un elefante blanco. Desde la llegada de la actual titular del ORFIS hasta ahora no se han visto resultados concretos, palpables de que dicho paquidermo esté funcionando tal como debiera. ¿Cuál es la función de ORFIS? “Hacer de la Fiscalización Superior el instrumento eficaz que estimule el control, la transparencia y la rendición de cuentas en los Entes Fiscalizables dando cumplimiento al mandato legal que da origen a la institución” Sin embargo, los resultados que hasta hoy ha arrojado el ORFIS y que están a la vista de todos los veracruzanos, no resultan nada halagüeños y, mucho menos, que puedan aumentar la confianza en el organismo, toda vez que, mientras la titular sale a hacer declaraciones y enterarnos de los resultados de su trabajo de auditoría, los alcaldes y los funcionarios de ésta y de anteriores administraciones, se desternillan de risa y se botan al suelo de las carcajadas por las declaraciones de doña Delia. ¡Ah, que doña Delia tan simpática!, comentan.

Ya esperan los integrantes del Partido Verde Ecologista de México, ahora dirigido por Carlos Marcelo Ruiz Sanchez, que se realicen los trabajos previos a lo que, sin duda, será la madre de todas las batallas en el 2024 y que el partido que, dicen, se encarga de preservar la ecología y proteger el medio ambiente, se constituya en un instituto político que demuestre independencia, unidad y arrestos para lo que viene. Los militantes y simpatizantes ya han hablado y han externado que ya no quieren ser más un partido satélite, acomodaticio y que sirva a los intereses de los partidos grandes, sino que saque la casta y designe candidatos auténticos que puedan obtener votos que permitan la permanencia del PVEM y logren sustentar el registro que, dicho sea de paso, muchas canonjías les ha redituado y bastantes curules le ha permitido obtener y, obviamente, que demuestren realmente su amor por el medio ambiente y sean vigilantes de los recursos naturales. Todo lo anterior viene a colación porque, se sabe, el partido que ahora dirige Carlos Marcelo, lo dicen sus militantes, ni es partido, ni es verde, ni es ecologista y eso queda demostrado ante los trepadores que llegan, los nombran, gozan del cargo y luego desaparecen sin siquiera mencionar lo que es el verdadero PVEM. ¿Tiene estructura? ¿Hay unidad? ¿Hay principios? A ver, Carlos Marcelo, contéstele a los ecologistas de Veracruz.

Resulta hasta paradójico que, a pesar de que llueve bastante y de que, al alcalde de Banderilla, Ver., David Sangabriel Bonilla, también le llueva en su milpita, la población conurbada con la capital del estado, carezca del vital líquido y la población ya empieza a manifestar y dar señales claras en la demostrada incompetencia del munícipe quien no atina ni encuentra la forma de resolver el grave conflicto que sufre ese chicharronero municipio. La ciudadanía aún recuerda las múltiples promesas y los ofrecimientos que durante su campaña en busca del voto hizo Sangabriel Bonilla y que ahora, que ya ha transcurrido un poco más de un año, casi 16 meses, para ser exactos, de que llegó a ocupar la silla principal del Palacio Municipal, esté empezando a demostrar que no puede ni sabe cómo resolver los problemas que se le presentan. El detalle es, simple y rápido, que los pobladores de Banderilla, siempre tranquilos, siempre amables y educados, se están cansando de la inoperancia de su autoridad municipal a quien están pensando en hacerle las manifestaciones de rigor para que –dicen- se ponga las pilas; primero, tomarle el palacio municipal, después, bloquear la carretera y posteriormente ir subiéndole los decibeles hasta que empiece a dar solución a los problemas. ¡Aguas, alcalde, los banderillenses ya están cansados!

Salió peor el remedio que la enfermedad, dicen el refrán popular. Y viene como anillo al dedo en relación con la llegada del ahora secretario de la Secretaria de Desarrollo Agropecuario, Pesca y Alimentación, Evaristo Ovando Ramírez, quien, desde su llegada al cargo, no se ha visto que, como remedio a la enfermedad que padecen los campesinos y todos los integrantes del sector agropecuario en Veracruz, haya servido para algo, Por eso se dice que salió peor el remedio que la enfermedad. Y es que el señor Ovando Ramírez, quien desde fue nombrad como titular de esa importante dependencia, lo único y lo que más ha hecho por el campo y los campesinos, ha sido mantenerse alejado de ellos, lo cual ha generado que los propios productores clamen y pregunten que quién es el funcionario o que les mande una foto para que lo conozcan, toda vez que hasta ahora ni en fotografías lo han visto. Huelga decir que, a casi dos años de estar en el cargo – el 21 de junio, los cumple- poco o nada ha hecho por el sector productivo, el cual ya tocó fondo. ¿Conocerá el funcionario realmente el organigrama del sector agropecuario veracruzano? ¿Tendrá a la mano los parámetros de lo que es la producción agropecuaria en el Estado? Porque, ahora si, como dice su jefe AMLO, los hombres del campo tienen otros datos.