Por Ángel Álvaro Peña

Han terminado los tiempos de ensayos en la víspera de las elecciones de 2024. Lo que viene son juegos rudos para los cuales los actuales personajes no están preparados y deberán ser sustituidos.

Xóchitl Gálvez levantó el entusiasmo antiobradorista pero será otro el que venga a tratar de consolidar electoralmente el proyecto de la oposición. Será otro de sus compañeros quien capitalice las simpatías de Xóchitl, tratando de sumar el entusiasmo de la inconformidad con la formalidad de un político consolidado quien deberá sucederle.

Ante esta panorámica surge el llamado de atención de Claudio X. González, que difundió a través de las redes sociales que “Morena no nada más está repleta de ex-priístas, es la peor versión del PRI”, añadió el empresario.

Comentario que provocó el enojo no sólo del presidente del CEN del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, sino Rubén Moreira, quienes consideraron. “Tu comparación es pendenciera y muy desafortunada”, con lo que inicia la posibilidad de una ruptura de la alianza opositora, ahora llamado Frente Amplio por México.

Habrá que interpretar en este momento la actitud del empresario que convocó, hace años, a los tres partidos en su casa para concursar juntos por la oposición, quien al hablar de corrupción no se refería a los militantes del tricolor sino a su líder, de otra manera no hubiera llamado a la alianza al PRI.

Las cuentas pendientes que tiene el líder nacional del tricolor representan un peligro para la sobrevivencia del Frente Amplio, esto lo sabe Claudio X. González, y prefiere obligar a Alito a renunciar, antes de que en plena campaña haya una ruptura irreversible que termine por afectar directamente al candidato definitivo de la oposición.

Lo que se hace en esta depuración es que el candidato camine hacia las elecciones sin obstáculos y con el menor número de críticas.

Las palabras del empresario muestran que no sólo es el patrocinador sino la bisagra de esta alianza y sus palabras sólo fueron dirigidas al líder del PRI, no al partido. Colocando a los priistas en una disyuntiva en momentos clave de la designación de candidato.

Ante esta situación el líder nacional del PRI anuncia que de los participantes que ya superaron las 150 mil firmas, quien encabeza las preferencias es Beatriz Paredes, con más de 300 mil firmas, quien surge como el Plan B del PRI, si este partido quiere seguir guiado por Alito. Aquí la actitud de los priistas será determinante para salvar la unidad de la alianza opositora, porque después del choque con Claudio X. González y la exhibición mediática de Beatriz, todo anuncia que el PRI podría salirse del Frente y conformar su propia candidatura.

Este desprecio del empresario X por la cúpula del PRI, divide más aún a ese partido. Si antes estaba dividido en dos partes ahora lo está en tres y la desbandada sigue diariamente hasta dejar las oficinas de Insurgentes Norte como pueblo fantasma, donde, desde ahora, no se para nadie. Antes cerraban la calle de Insurgentes para que llegaran sus líderes de ese partido, ahora ni los empleados asisten.

Porque el desgaste de Xóchitl Gálvez es evidente y ella misma sabe que deberá dejar el paso a otra persona que lleve a cabo la campaña de sobrevivencia de tres partidos, responsabilidad muy alta para tan corta vida política y tan limitada experiencia partidista.

Las señales ya las dieron desde la coordinación de la selección de candidato a la Presidencia de la República, desde el momento en que Xóchitl Gálvez explicó, en Culiacán, Sinaloa, públicamente que la plataforma digital de registro de firmas para los aspirantes del Frente Amplio por México fue cambiada para que puedan participar personas que viven en zonas de difícil acceso a internet.

Este cambio contravino la delantera que llevaba Xóchitl, según sus propias palabras al decir que, desde la modificación de la plataforma, hubo un notable incremento de las firmas a favor de otros aspirantes del bloque opositor.

De hecho, ahora cinco de ellos aseguraron tener ya más de 150 mil firmas que favorecen sus aspiraciones Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid, Santiago Creel y Silvano Aureoles, éste se encuentra inhabilitado para ocupar un cargo como servidor público y de todas maneras asegura tener la cantidad de firmas mínimas que se les exige para pasar a la siguiente fase.

Xóchitl presume contar con 260 mil firmas, las cuales quedarían opacadas por la cantidad de firmas de Beatriz Paredes, quien le sigue el juego a Alito, en algo que anunciaría un fraude, en el que se especializó el tricolor por muchos años, pero que provoca el rompimiento de un pacto que se desmoronaría y se le regalaría el segundo lugar electoral a Movimiento Ciudadano, cualquiera que sea su candidato a la Presidencia.

Pareciera que el Frente Amplio tiene los días contados, la ambición y el protagonismo dejaron la unidad en un intento. Claro, si se hubiera sumado Movimiento Ciudadano se hubiera cuidado más la unidad, pero al quedar fuera de la alianza, la unidad poco importaba.

Dentro de la oposición nadie gana, sólo los intentos que quedaron en buenas intenciones y un contrincante que en la debilidad de su oponente se fortalece.

Otro ganador con la división de la alianza opositora es Dante Delgado que en la espera depositó su fuerza, en la paciencia su estrategia y en la observación su solidez.

Dante tendrá en su candidato a un líder que no será rebasado por el partido y en su líder un candidato que fortalecerá al partido. Contrariamente a lo que sucederá con lo que quede vivo de la alianza, la cual será rebasada por el candidato desde el primer momento que sea designado.

La competencia podrá ser más interesante con un candidato fuerte de Movimiento Ciudadano que con un candidato regular del Frente Amplio que ya demostró su debilidad y todavía no empieza la campaña.