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La construcción de ductos para transportar combustibles lleva 21 meses de contracción, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Los datos del instituto autónomo indican que, en diciembre, la reducción en el valor de la producción por la construcción de estas arterias del sector energético fue de 44.4 por ciento.

Las otras 20 disminuciones también fueron de doble dígito.

Expertos señalaron que esta tendencia obedece a que no hay una política energética encaminada a la edificación de estos ductos.

Cabe señalar que ésta es la manera más eficiente en cuanto a costos para transportar combustibles, por encima del ferrocarril.

Susana Cazorla, experta de la firma Sicenergy, señaló que el desarrollo de esta infraestructura requiere certeza de los empresarios con una regulación estable y un regulador técnico independiente.

«Los ductos son un negocio de largo plazo, tienen que esperar en promedio 20 años para amortizarse y tienen la complejidad de que la construcción es complicada en una orografía como la del país, con tantas zonas de inseguridad y también no se pueden hacer sin tener a alguien que te pague. Los ductos son la manera más económica de transportar energéticos», dijo.

Según la Comisión Reguladora de Energía (CRE), transportar un barril de gasolina, un kilómetro, en promedio cuesta un centavo de dólar, mientras que por ferrocarril de seis centavos y por pipas de autotransporte 14 centavos.

Ramsés Pech, experto del sector energético por Caraiva y Asociados, explicó que la importancia de los gasoductos obedece a que transportan este energético, que es el punto intermedio para pasar de combustibles de alta emisión de CO2 a tener cero emisiones.

“De gas licuado de petróleo sólo existe un ducto para mover este producto, que está del sureste del país al centro, pero tiene el mismo problema que los petrolíferos con alto número de tomas clandestinas. Se deja el transporte a camiones y se encarece”, apuntó.