Don Andrés Manuel López Obrador, instruye a María Luisa Albores para investigar las corruptelas de Sergio Rodríguez Cortes, Procurador del Medio Ambiente en Veracruz. ¿Será posible tanta belleza?. Para comenzar, si la señora Albores descubre que Sergio es un consumado “corruptazo”, no lo podrá tocar “ni con el pétalo de una rosa”, ¿por qué?, por la simple razón que los jefes inmediatos del Procurador son Cuitláhuac García Jiménez y Juan Carlos Contreras Bautista, y aquí en Veracruz, no se da el correr a los funcionarios estatales que caminan al margen de la ley. Un hecho que si puede investigar María Luisa, es la compra de las 30 hectáreas donde se instalaría el Relleno Sanitario de Nanchital donde se pagaron 80 millones de pesos, y donde, no solo don Roque Gabriel Avalos Chao, propietario del predio, “se fue con la cochina al monte”, si no también varios funcionarios. Sergio Rodríguez Cortes trae una “mala fama” desde diciembre del 2015 donde nadaba en billetes de mil pesos

La “mala fama” de Sergio Rodríguez Cortes, Procurador del Medio Ambiente de Veracruz, no es de ahora, dicha “mala fama” viene desde que le tomaron una fotografía en una cama de un hotel donde se volcaba en cientos de billetes mil pesos, llamados “pitufos”, por su color azul. Dicho presunto acto de corrupción quedó registrado en el mes de diciembre del 2015 cuando Sergio era el dirigente del PRD en Veracruz. Hoy, de nuevo, como ya es su costumbre don Sergio fue exhibido como un funcionario corrupto, y la mejor forma de exhibirlo fue en la “Conferencia Mañanera” del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, donde quedó asentado que el señor Rodríguez, junto con sus inspectores, se dedica a extorsionar a empresarios veracruzanos. ¿Qué es lo que procede ahora?, pues hay que ver hasta dónde llega la “investigación” que tendrá que hacer doña María Luisa Albores, jefa de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales. Sergio Rodríguez Cortes, y ese es el problema central de la investigación, tiene como jefes inmediatos a Cuitláhuac García Jiménez, gobernador de Veracruz y a Juan Carlos Contreras Bautista, Secretario del Medio Ambiente en Veracruz, por lo tanto vamos a ver hasta dónde llegan las investigaciones de María Luisa. Desde hoy hay que dar por hecho que Sergio será “protegido” por el gobierno de Veracruz, y no dudamos ni tantito que don Cuitláhuac entre en defensa de su Procurador del Medio Ambiente al decir que es un “hombre honesto, que los conservadores lo están atacando”. ¡Señores!, al final de cuentas no pasará absolutamente nada contra Sergio Rodríguez Cortes, y no pasará nada, por la simple y sencilla razón que él no es empleado de María Luisa Albores, si no de Cuitláhuac García Jiménez. Dicho lo anterior, si la señora Albores comprueba con sus investigaciones que el Procurador del Medio Ambiente de Veracruz es un corruptazo consumado, la titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, y que lo anterior se escuche lejos, no podrá correr a Sergio del cargo que hoy tiene, pues Rodríguez no es funcionario federal, es funcionario estatal. El único personaje que lo puede “poner de patitas en la calle” es Cuitláhuac García Jiménez, pero insistimos, lo anterior nunca va a pasar. Lo anterior, júrenlo, hay que darlo por un hecho consumado. El dato duro: 1.-Ya que el Presidente de la República le dio una nueva tarea a doña María Luisa Albores para el Estado de Veracruz, es decir, que debe de “investigar” las presuntas “raterías” de Sergio Rodríguez Cortes, pues de paso la titular del Medio Ambiente y Recursos Naturales tendrá que investigar el sobre precio que se dio en la compra de las 30 hectáreas donde se instalaría el Relleno Sanitario de Nanchital. Si Doña María Luisa no lo sabe, pero hoy se lo informamos, dicho predio tuvo un costo de 80 millones de pesos. En dicha compra venta, no solo don Roque Gabriel Avalos Chao, dueño del terreno, “se fue con la cochina al monte”, también hay varios servidores públicos que visitaron a la marrana en el monte. Fin del comunicado. “No hay hilos, no hay alambres”. (Artículo escrito por Federico Lagunes Peña).