Melquíades Sosa

Hasta ahora sólo de dos sabores hay, como en los tamales, en las propuestas de aspirantes y suspirantes a los espacios públicos que se habrán de votar en el próximo mes de junio del 2021.
En primera instancia hay que ubicar la gran cantidad de espacios que se competirán en dicha elección, no habrá suficientes nombres y hombres de peso que ayuden a poder lograr los objetivos de cada una de las instituciones políticas que buscan lograr un espacio, ya sea en el Poder Legislativo o en los distintos ayuntamientos del estado Veracruz; menos aún con la aparición de los partidos satélites que, gracias a la venia del presidente, han aparecido en el escenario, salvo el archi-recontra-enemigo, el partido de Margarita Zavala y Felipe Calderón, el cual no logró obtener su registro.
Ante tal cantidad de necesidad que tendrán los partidos de encontrar garbanzos de a libra, éstas instituciones políticas están urgidas de poder amarrar a la brevedad a cuántos participantes o suspirantes, en estas épocas de pre-pre-campaña, aparecen en el escenario intentando con ello garantizar tener propuestas de calidad con nombres para poner en las boletas.
Del otro lado, los que suspiran y aspiran, andan intentando por todos los medios aparecer, claro con aquellos que no cobren o sean baratos, porque no quieren meterle un solo peso de su bolsa sino que lo que ofrecen es «cuando llegué al puesto elegido te lo pago», y con ello proyectar una imagen amigable, sólida, afable de su persona, para que la gente entonces no se le haga como un desconocido sino que lo identifique, y a la hora de ir a los instrumentos de medición, es decir las encuestas, pueden obtener algunos votos a favor que los hagan contendientes de esta arena de lucha desgarrada por querer alcanzar el visto bueno de los partidos y ser quiénes encabecen esos proyectos.
Pero de lo que nadie ha hablado es de las propuestas o proyectos que son necesarios, urgentes o imperativos en cada uno de los municipios o distritos a lo largo y ancho del estado.
Ninguno de los aspirantes o suspirantes se está preparando para ser gobernante, sólo están queriendo ser el perfecto candidato, ¿y después de eso qué?, aparecerán en la boleta pero no para el bien de la ciudadanía, no porque usted y yo lo hayamos querido, sino porque fue conveniencia, acuerdo o cochupo de las instituciones políticas o sus coaliciones, sus intereses guardados y cubiertos para poder mantenerse pegados a la ubre que desde el INE seguirán mamando recursos, mes a mes, en cada una de las ministraciones para los partidos.
Y a la deriva seguirán quedando probablemente los proyectos necesarios, si es que la ciudadanía no toma su papel principalísimo en este intercambio de intereses que debe de ser la democracia, ejercida por el pueblo y representada por el gobierno, no tendremos mayores logros de crecimiento o consolidación de nuestras comunidades a razón de que nadie está pensando en ellos, ni siquiera nosotros los mismos ciudadanos o verdaderos afectados, ¿qué tanto pueden padecer los ediles o diputados electos, si con su triunfo obtendrán un jugoso salario del erario que usted y yo pagamos?, por eso es necesario ser el perfecto candidato, y por eso eso mismo les vale madre no realizar los proyectos necesarios, porque al mantener en la jodidez a la población será más sencillo someterlo y sobajarlo, así funcionan nuestras instituciones políticas, y así dejamos que sea el intercambio político-electoral, la que provoca un encono de días entre los partidarios de uno y otro candidato pero que no aporta a la discusión constructiva de lo que se debe de hacer, solo queremos que llegue mi amigo, mi compadre, mi comadre, aquel que con su llegada me beneficie con el tráfico de influencias, no importando que sea pendejo para gobernar, la cosa es que me dé, y que obedezca a la bancada que pertenezca.
Fíjese bien en los que aspiran, los viejos lobos de siempre ahí vienen por la presa en época de caza, prometiendo lo que nunca han hecho, denoztando lo que hace el gobierno actual y olvidando lo que se robaron, presumiendo ser demócratas y olvidando que también han amenazado, perseguido y sometido a sus detractores políticos, como caciques de sus territorios, queriendo dejar a la esposa, a la hija, a la madre, al hermano como herencia la silla presidencial municipal, o como diputado dejando a la mitad de la familia metida en el gobierno de los amigos. Y con los nuevos, hay que distinguir los garbanzos de a libra, que pueden aparecer en diversos partidos grandes y pequeños ante la cerrazón de los grandes en su militancia aunque ninguno merezca ser postulado.
Vea si tienen trabajo social o comunitario real, que no sean llamarada de petate, ni aprendices de esos viejos políticos de quinta que han dado las corruptas instituciones políticas de siempre.
Permita que su análisis influya en la elección de buenos aspirantes, de verdaderos candidatos que puedan ayudar aunque sea un poco en el cambio de imagen de nuestras ciudades, de nuestra realidad, de nuestra jodidez, eso merecerá seguir diciendo que efectivamente la democracia es la menos peor de las formas de gobierno.
Cuídese mucho.