Deslucida,sin mayores atractivos, vamos, bastante simple – así la calificaron los mismos pobladores-  le salió la Feria de la Asunción, en Teocelo, al alcalde Isaac Alberto Anel Reyes, con lo que demuestra el imberbe alcalde que lo de organizar eventos de esa naturaleza, no es lo suyo. No es su fuerte, vamos. Y si nos vamos al renglón de la ejecución de obras, las cuales no se ven por ninguna parte, pues, a decir de los habitantes, parece indicar que tampoco es lo suyo. En los ya casi 20 meses que lleva de administración municipal, el exvendedor de artículos religiosos en un Convento ubicado en aquella municipalidad, los resultados son magros y las opiniones hacia su persona se vuelven cada vez más ácidas, toda vez que los teocelocenses se encuentran más que decepcionados por haber confiado en quien les dijo que con él, en la presidencia, todo iba a cambiar. La pregunta es, simple y sencilla: si los espectáculos que ofrece el munícipe, son raquíticos y si las obras no existen, ¿luego entonces dónde están los recursos? Es pregunta de los habitantes de la Tierra del Dios Tigre.

En Morena-Veracruz, cuando de unidad hablan, las acciones del dirigente estatal, Esteban Zepeta, dicen todo lo contrario y su pobre trabajo político en el estado, su falta de coordinación con los aspirantes, las llamadas corcholatas, realmente dejan mucho que pensar y otro tanto que decir. Hasta ahora, por lo que se ha visto, a don Esteban, tanto los morenos de cada grupito que se le ha formado en el Estado, ya lo rebasaron por la izquierda, por la derecha y hasta le han pasado por encima. Por ejemplo, al que dice ser dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional en Veracruz, ni en cuenta lo toman, ni lo han tomado y ni lo tomarán para el momento que ya se acerca. Los morenistas que están en diferentes cargos, ya se disputan el honor de ser los respectivos coordinadores de las dos corcholatas más fuertes y que podían estarse alzando con la victoria para contender; en ninguno de los casos, al dirigente o, mejor dicho, el empleado de quien manda en Veracruz, ni en cuenta lo han tomado. ¿Lo dejarán en el cargo para cuando ya haya candidatas (os)?

Buen susto fue el que le propinaron al dirigente del Partido Acción Nacional, Federico Salomón, luego de que, de una manera nada ortodoxa, fue detenido por elementos policiacos cuando transitaba por el centro de la capital del estado, Xalapa, a plena luz del día, a la vista de cientos de transeúntes, en una camionetona que, a decir de los propios “genízaros” no tiene ni Obama. Luego del desaguisado y del tremendo susto que le hicieron pasar a don Federico, y viendo que no era ningún maloso, como esos de los que andan por otras latitudes veracruzanas, con el consabido “usted, disculpe” lo dejaron continuar su camino. Quienes estaban en la sede del PAN, en la calle Zamora, cuando vieron llegar a su dirigente, comentan que llegó del color que tienen los pambazos y se fue directito a donde nadie puede suplir a nadie. La duda es: ¿Qué le quisieron decir o dar a entender a Federico Salomón con ese pequeño “apretón”, en la capital y a plena luz del día?

Bateando de home rum – jonrón- se le ve al alcalde de Tuxpan, José Manuel Pozos Castro, quien paso a paso –aunque lo que hay que decir que lo está haciendo a pasos agigantados- está llevando al municipio de Los Bellos Atardeceres” hacia los confines del desarrollo y del progreso. A poco más de un año y medio de haber llegado al cargo, Pozos Castro, para empezar, le cambió la fisonomía al municipio. Cambió luminarias, ha realizado eventos de carácter internacional, han llegado inversiones y con ello la generación de empleos; ya le metió mano a la red de agua potable, la cual nadie había volteado a ver desde hace casi treinta años y, hay que resaltar que, si antes no se podía caminar de noche – y casi de día tampoco- por la inseguridad que asolaba dicho municipio, hoy es posible  hacerlo sin que exista el temor de ser molestado o lastimado; obvio, la llegada de más de 200 elementos de la Marina, han permitido que la tranquilidad prevalezca y los tuxpeños se sientan seguros al igual que los visitantes. Y, para rematar, por su cercanía con la CDMX, Tuxpan tiene sus hoteles, sus restaurantes y playas, siempre ocupados. Del futuro, luego hablamos.

Muy, pero muy rápido fue que bajaron a la alcaldesa de Veracruz Puerto, Patricia Lobeira de Yunes, de la nave en la que la habían subido y en la que pretendían llevarla a los cuernos de luna para luego sentarla en la silla que no pudo ocupar su cónyuge. Las encuestas a modo, las que se mandan a hacer exprofeso, más las plañideras que, como focas, ya aplaudían a la presidenta del Cuatro veces heroico puerto de Veracruz, ya se sentían despachando junto con la señora Yunes en el palacio de gobierno de Xalapa. Pero, como del plato a la boca, se cae la sopa, las señales enviadas desde el púlpito principal de Palacio de Gobierno en la CDMX, las cuales fueron bien interpretadas por el clan, hicieron que la ahora alcaldesa desistiera de su intento, el cual, además, era del todo fallido. Muchas de las calles del puerto, están en muy malas condiciones, en varias colonias están y siguen esperando que la primera autoridad, al menos para tapar los baches, les envíe, por favor, unos cuantos viajes de tierra.