Año nuevo objetivos nuevos, a partir de hoy primero de enero del 2023, arrancan, con más agresividad, la lucha electoral para, primeramente, buscar la nominación como candidato o candidata de su partido rumbo a la presidencia de la república y, posteriormente hacer campaña en coalición o solos.

Se ha venido anunciando quién ocupará, a partir del 1° de octubre del 2024 la presidencia de la república; sin embargo, no se debe olvidar que el actual presidente ocupará el encargo hasta el último día del mes de septiembre del mismo año.

El partido en el poder y propiamente el presidente de la república se ha pronunciado por tres personas a quienes las ha llamado “corcho latas” a decir: Claudia Sheinbaum actual gobernadora de la ciudad de México; Marcelo Ebrad actual secretario de relaciones exteriores y Adán Augusto López actual secretario de gobernación, quienes su promoción ha sido tan intensa que no existe ninguna duda, de no existir algún pronunciamiento del Tribunal Federal Electoral, que de estos tres saldrá el futuro candidato o candidata presidencial del partido en el poder y posteriormente, si otra cosa no sucede, de la coalición electoral conformada por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA); el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) MORENA-PT-PVEM.

Por su parte, los aspirantes presidenciales del Partido Acción Nacional (PAN) que han manifestado su pretensión de ser candidatos, a decir: El ex-candidato presidencial Ricardo Anaya, actualmente viviendo en el extranjero por el temor de una orden de aprensión, la Senadora Lilly Téllez, el Senador Damián Zepeda, el Diputado Federal Santiago Creel y los gobernadores Mauricio Kuri de Querétaro y Mauricio Vila de Yucatán.

Por su parte el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se ha pronunciado por las Senadoras Claudia Ruiz y Beatriz Paredes, así como por Enrique de la Madrid y, por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) el ex-gobernador de Michoacán Silvano Aureoles. Los tres partidos, posiblemente, conformarán la coalición electoral PAN-PRI-PRD.

Por último, quién siempre ha manifestado participar solo será el Movimiento Ciudadano (MC), quién tiene como prospectos a los gobernadores Samuel García de Nuevo León y Enrique Alfaro de Jalisco, así como al alcalde de Monterrey Luís Donaldo Colosio o, esperar algún aspirante de otro partido que no logre la nominación y se atreva a migrar.

En suma, al día de hoy se ventila la participación electoral en 2023 y 2024 de dos coaliciones electorales y un partido de manera independiente.

Algo relevante es que en las elecciones del 2024 se renovará el congreso federal, algunos gobiernos estatales, congresos locales y algunos ayuntamientos. Es por ello que destaco que la elección del 2024 será relevante, si bien en la boleta electoral del 2024 pudieran existir solo tres opciones presidenciales, lo relevante serán las personas que participarán a los diferentes cargos de elección popular.

En elecciones pasadas contaba mucho, yo diría demasiado la candidatura presidencial, candidatura que funcionaba como candidatura paraguas potenciando la mayoría de veces sin ningún perfil ni experiencia y mucho menos honor a otros candidatos y candidatas a diferentes cangos de elección popular. Sin embargo, en la elección presidencial del 2024 este antecedente se invertirá, esto es, el triunfo presidencial dependerá en gran medida de las personas que competirán a los diferentes cargos de elección popular, hombre y mujeres que deberán de disponer, además de perfil y experiencia, de honor ante la ciudadanía, por lo tanto no bastará el conocimiento de su territorio o posicionamiento, sino que deberán ostentar honorabilidad probada; asimismo, deberán de disponer las coaliciones y partidos de estructuras electorales robusta y sólida, así como de actores políticos experimentados, de lo contrario los partidos llamados “chiquitos o chiquillada” corren el alto riesgo de no obtener el 3% de la votación que exige la ley electoral y la propia Constitución.

Sin lugar a dudas; las elecciones, fundamentalmente la del 2024; será de pronósticos reservado, si a todo lo anterior se le suma la polarización que existe, no tan solo será una lucha electoral sin cuartel, sino que será una elección de alto riesgo. ¿Usted qué Opina?

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