** Es vital formar una verdadera comunidad social para el desarrollo integral de los pueblos y las personas: Arquidiócesis de Xalapa.
Irineo Pérez Melo.- En el estado de Veracruz y en nuestro país se vive un momento de desencanto, de indiferencia, escepticismo y de relativismo por la situación de violencia e inseguridad, por la falta de empleos bien remunerados y desabasto de medicamentos en las instituciones públicas.
Lo anterior se desprende del comunicado emitido por la Oficina de Comunicación Social de esta asociación religiosa, en donde considera que por esta situación puede suceder que, con ello, la fe en Dios se desvanezca o se vea uno envuelto en la oscuridad.
En el documento, signado por el presbítero Juan Beristaín de los Santos, se destaca que peso a todo, uno tiene que aprender a fortalecer y madurar la fe, a pesar del horizonte de crisis institucional que hay en Veracruz y en México. “La fe debe estar puesta en el amor creíble de Dios con cada persona, pues este amor es el verdadero factor de desarrollo integral de los pueblos y las personas”, se agrega.
En el comunicado, se recalca que es vital tener conciencia que el auténtico desarrollo integral de la persona, impulsado por el amor de Dios, siempre es algo que va creciendo de manera lenta y secreta, como fruto de una respuesta paciente al don gratuito y generoso de Dios.
Y enfatiza que aunque las circunstancias sean adversas y la corrupción no cesa, es necesario mantener la fuerza de la fe en el amor de Dios y la luz de la inteligencia para confiar en que Dios derramará su caridad y su verdad hasta transformar a cada ciudadano en agente de cambios.
“Mantener la fe en Dios significa para cada persona ser ciudadanos comprometidos con el auténtico desarrollo integral para los mexicanos y veracruzanos. Ningún ciudadano debe permanecer como espectador ante los procesos sociales, políticos y económicos que demandan la responsabilidad de participar en todo lo social como una verdadera comunidad”, se añade.
Finalmente, se menciona que, si no hay una comunidad consciente y bien formada en la búsqueda del bien común y de la paz social, México y Veracruz jamás podrán salir de la obscuridad de la pobreza y de la marginación que se extiende por todo el territorio nacional.