LOS POLÍTICOS / POR: SALVADOR MUÑOZ
Sin duda, el Zoon Politikon está más latente que nunca con este gobierno que ve a la Oposición y hasta a la prensa, como Zopilotes y Carroñeros… siendo justos, los que hoy señalan, en su momento, así se veían por el Gobierno en turno… el hombre es el lobo del hombre.
Hay que decir también que muchos ciudadanos ven a los Diputados como perezosos… y al político en general se le ve como ratón o rata.
En Estados Unidos, un partido es representado por un burro… en nuestro país, un burro es capaz de representar a todos nuestros políticos.
Al candidato de algún partido se le llama Gallo, pero a la candidata no la llamamos Gallina. Más bien, a las políticas empoderadas se les ubica como a las mamás de los pollitos.
En las elecciones tenemos a los mapaches electorales. Además de los Zopilotes y Gallos, tenemos a los tucanes, símbolo del PVEM, imagen en desuso porque el color es el distintivo que más resalta este partido.
A los seguidores de un partido, de un político o de un Gobierno, son conocidos como Borregos. Y, por lo regular, a algunos líderes políticos se les tacha como Lobos con piel de Oveja.
Tenemos a los Chapulines, esos políticos que saltan de partido en partido de acuerdo a su circunstancia y conveniencia. Hubo quienes orgullosos portaban su apodo, como el Pejelagarto, y quien tuvo el tino de llamar a sus seguidores, Solovinos.
Y hablando de expresidentes, tuvimos a un Zorro que gustaba llamar a la oposición Alimañas, Tepocatas y Víboras Prietas. Y el Peje alguna ocasión se refirió a ella como Puercos y Cochinos, Cerdos y Marranos.
Por supuesto, hay la forma despectiva de llamar a los empleados o secretarios de algún funcionario como Gatos y, si se quiere enfatizar, Gatotes. El empleado que actúa con prepotencia en aras de alejar a la gente y a la prensa de su jefe tiene el mote de Gorila, por el empleo de la fuerza bruta.
Hoy, la moda —ya lo dijo Rocío Nahle y lo repite Claudia Sheinbaum— son los Zopilotes, Buitres y Carroñeros… pero debieran considerar que algunos Zopilotes no están allá afuera, sino dentro, revoloteando sobre los restos del sentido común, esperando su turno para picar otro pedazo de Veracruz… otro pedazo de México.
Y mientras tanto, el pueblo bueno y sabio —ese que alguna vez se puso gallo, luego borrego y ahora simple foca— sigue aplaudiendo… temporada de Zopilotes y Buitres es la moda.
