Irisdea Aguayo

Creo que de una forma u otra, todos jugamos el juego del calamar, pero como siempre, es más fácil ver el defecto enfrente, que en uno mismo.

Si, estoy hablando del furor en Netflix, la serie El Juego del Calamar, creada y dirigida por el coreano Hwang Dong-hyuk, aunque el proyecto original hace más de 10 años era una película.

El Juego del Calamar gira en torno a 456 personas que por diversas situaciones tienen problemas económicos como deudas impagables. Como si fuera un milagro, todos son invitados a participar en una competencia que consiste en varios juegos infantiles y el ganador se llevará un premio millonario, pero los perdedores son asesinados sin piedad.

Aunque el creador de la serie pensó en proyectar una crítica a la ambición humana y la diferencia de oportunidades que las diferentes clases sociales experimentan, en lo personal considero que también es una muestra de lo que sucede cuando dejas de creer en ti mismo y lo proyectas en la humanidad.

Para los emprendedores, el juego del Calamar es un ejemplo de que hacer lo que te apasiona genera resultados positivos, a pesar del tiempo que le apuestes a tu idea.  Esta idea se quedó en el baúl por más de 10 años, ya que ningún productor ni actor quiso ayudar a Hwang Dong-hyuk en el 2019.

En un episodio de la serie se muestra una tarjeta con un cuadro, un círculo y un triángulo (símbolos del juego), donde aparece un número telefónico, ¿te animarías a marcar?

Pues mucha gente lo hizo, el número pertenece a un hombre que vive en la Provincia de Gyeonggi, Corea del Sur, y según informa un diario del lugar, esta persona ha recibido hasta 4 mil llamadas diarias, dice que no lo puede cambiar porque el teléfono está relacionado con su negocio.

Supuestamente NETFLIX está en negociaciones con esta persona para resolver el problema, mientras tanto, un candidato a la presidencia de Corea del Sur ofreció 100 millones de wones (85,000 dólares) para comprar el número de teléfono.   Lo bizarro de la situación, es que esas acciones son precisamente lo que muestra “El Juego del Calamar”.

 Y para muestra de cómo hemos perdido identidad, cercanía y relaciones personales, ¿cómo le fue ayer con 6 horas sin Whatsapp, Facebook e Instagram?

Nada ¿verdad?  Solo nos dimos tiempo de escuchar a las personas.

Gracias por su atención y tiempo, y por favor ¡sonría!, recuerde que podría ser peor.

aguayoirisdea@gmail.com