Coatzacoalcos, Veracruz; 28 de Octubre 2025.- El dieciocho de junio pasado, vecinos de Mundo Nuevo, congregración de Coatzacoalcos, bloquearon la carretera costera del golfo a la altura de la desviación o crucero a Nanchital de Lázaro Cárdenas –municipio vecino- como refuerzo a su denuncia por la presencia de intensos olores de productos químicos en el medio ambiente local.
Cinco meses después, información hecha llegar a este reportero vincula dicha contaminación a fallas en el sistema de distribución de amoniaco producido en el CPQ o CEPECO Cosoleacaque, de Petróleos Mexicanos.
El CEPECO o CPQ está ubicado en los límites de Cosoleacaque y Minatitlán, sobre el bulevar Instituto Tecnológico.
El Complejo Petroquímico Cosoleacaque, construido durante la década de los años 60s del siglo XX, es la única planta que produce amoniaco en México y envía este gas a otras partes del país y al extranjero desde una amplia y compleja red de amoniaductos ubicada en el sur veracruzano.
Los amoniaductos cuentan con un diámetro de diez pulgadas y su red parte desde el CPQ o CEPECO en dirección a la Terminal Refrigerada Pajaritos, en el puerto del mismo nombre en Coatzacoalcos; pero también se conecta con la empresa privada PRO AGRO, así como a una Red de Bombeo que canaliza el amoniaco al puerto de Salina Cruz, en Oaxaca.
Entre los años 2019-2024, la producción de amoniaco en el Complejo Petroquímico de Cosoleacaque se incrementó a 21 kilógramos por centímetro cuadrado, como respuesta a la política de Estado del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, encaminada a fortalecer la creación de fertilizantes en apoyo al campo.
El amoniaco es clave para fabricar fertilizantes y la presión generó degradación en los tubos.
Ello derivó en fugas dentro de la red de amoniaductos, ubicados aproximadamente a tres metros bajo tierra.
Una de las partes más dañadas atraviesa los pantanos de Las Matas, dentro del municipio de Minatitlán y con dirección a Coatzacoalcos.
Otra zona con amoniaductos degradados se ubica en Nanchital y Mundo Nuevo, lo que causó –de acuerdo a fuentes especializadas- la contaminación con olores químicos insoportables y daños a la piel entre los vecinos que protestaron desde junio pasado y aún esperan por explicaciones y freno a las afectaciones en su salud.
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Personal de PEMEX, en atención a estas demandas ha colocado reparaciones temporales con “grapas”, cuyo objetivo es mantener el envío del gas –venenoso por definición- dentro de los parámetros de normalidad desde el CPQ Cosoleacaque a sus distintos centros de recepción.
Otra medida consistió en disminuir la producción de 21 kilogramos por centímetro cuadrado a 8 kilogramos por centímetro cuadrado.
Esto disminuyó la presión sobre los amoniaductos que presentan degradación; bajo la alerta de que, de volver a incrementarse la producción de amoniaco, los amoniaductos podrían estallar.
El tramo de unos ocho kilómetros a la altura de Las Matas, es considerado desde PEMEX como zona roja por su grado de degradación y la presencia de fugas subterráneas.
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El compromiso de Andrés Manuel López Obrador de producir más fertilizante y entregarlo a precios muy bajos a los campesinos condujo a PEMEX a forzar sus equipos en CEPECO, bajo la desventaja de contar con plantas cuya antigüedad rebasa el medio siglo pues algunas datan de las décadas de los años 60s y 70s del siglo pasado.
Al interior de Petróleos Mexicanos existe un diagnóstico sobre las primeras fugas mínimas de amoniaco que alertan sobre potenciales fugas mayores, capaces de generar una conflagración que pondría en peligro la vida de miles de personas en numerosos municipios sureños, se explicó al autor de CLAROSCUROS.
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La historia aquí narrada pone en evidencia una contradicción grave, por arriesgar vidas humanas desde acciones industriales bajo responsabilidad del Estado.
El discurso político de un compromiso de soberanía alimentaria –2018-2024- se incluye dentro del Plan de Desarrollo del sexenio de Claudia Sheinbaum -2024-2030-.
La idea de mejorar la entrega de fertilizante para el campo resulta positiva, necesaria y prioritaria.
Empero, su plan choca con la realidad cuando se ordena forzar el equipo muy añejo y degradado de PEMEX, en el caso específico del Complejo Petroquímico Cosoleacaque, a fin de incrementar la producción de amoniaco sin las condiciones adecuadas de infraestructura.
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¿Impulsar la producción de fertilizantes como parte de una política de justicia social, justifica poner en riesgo vidas humanas desde un CPQ con más de sesenta años de operación?
La respuesta a esta pregunta se comparte entre Luz Elena González Escobar, secretaria de Energía (SENER); Víctor Rodríguez Padilla, director de PEMEX; la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo; así como el gobierno estatal en manos de Rocío Nahle García.
Añadamos a los alcaldes de la región, donde se incluye –por lo menos- una veintena de Ayuntamientos de zonas afectadas o potencialmente afectables por la crisis en el envío de amoniaco y fugas de los amoniaductos.
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El sur de Veracruz aguarda por la transparencia respecto a este tema desde todos los niveles de gobierno.
La sociedad está obligada a protegerse a sí misma, como lo han hecho los vecinos de Mundo Nuevo que no se cansan de denunciar malos olores y afectaciones a su salud; consecuencia, todo ello, de las fallas aquí expuestas.
La referencia es a un contexto, donde la zona roja determinada al interior de PEMEX por el tema del amoniaco, se suma a una apuesta oficial e histórica por una economía donde la industria petrolera ha sido motor para conformar e incrementar ciudades, con el costo permanente de accidentes y vidas perdidas.
¿Dónde está el límite de la producción energética como impulso socioeconómico y cómo podemos ser capaces de conducir a sus límites el cuidado y defensa de la vida humana que está por encima de cualquier proyecto micro o macroeconómico?
México debe exigir, exige, la diferenciación entre las estrategias políticas y la garantía de respeto a lo más valioso que tenemos y que determina la razón de ser del Estado: nuestra existencia.
Los niños, mujeres y hombres de Mundo Nuevo lo exponen y reclaman con claridad y contundencia: sus vidas están por encima de cualquier producción química abocada al desarrollo del campo o de cualquier otra área de la sociedad y del gobierno.
