Si algo ha puesto a hervir la cacerola de la indignación ciudadana es la propuesta de aumentarle el sueldo a la Gobernadora Rocío Nahle: de 67 mil a 84 mil pesos mensuales. Nada mal… hasta que uno recuerda que en este país, hablar de sueldos de funcionarios es como abrir una caja china: siempre sale algo más grande, más jugoso y, claro, más caro.
La propia Gobernadora aseguró que desde los tiempos de Duarte, Yunes Linares y Cuitláhuac, el sueldo estaba empacado al vacío, sin tocarse. Y todavía el Jucopo Esteban Bautista pica la cresta cuestionando el sueldo de otros gobernadores, alcaldes y demás, pues la curiosidad puede más; así que fuimos a husmear el famoso Top Ten de Sueldazos entre los gobernadores de México, bajo la premisa de la austeridad y la doctrina del Santón Andrés Manuel, de que “nadie debe ganar más que el Presidente”… o ahora, “más que la Presidenta”.
Y si vamos a hablar de “ganar más”, pues arranquemos por quien de plano hace trizas el principio: Libia García, actual gobernadora de Guanajuato. La dama se embolsa $259 mil 689.91 al mes. Eso es 39.5% más que la mismísima Claudia Sheinbaum. O sea, que si el Presidente era un límite… pues para Libia más bien fue un tope que se llevó de adorno.
Luego vienen casos más modestos –si a seis cifras se les puede llamar así– como el de Aguascalientes (María Teresa Jiménez): $134 mil 459 mensuales; Tabasco, con su ex gobernador Carlos Manuel Merino, cobrando $110 mil 119, aunque su relevo Javier May se conforma con 90 mil (pobre hombre… se aplicó la austera!); la maestra Delfina en Edomex con $104 mil 259; y Yucatán, donde el ex gobernador Vila Dosal ganaba $103 mil 803, pero el actual “Huacho” Díaz Mena dijo: “¿por qué no?” y se subió a $144,303 mensuales.
¡Esa sí es voluntad de transformación! O en otras palabras, el 25 por ciento de Nahle, se hace chiquito con el casi 40 por ciento de incremento del Huacho.
Quintana Roo aporta sus $102 mil 598 de Mara Lezama; Morelos tenía a Cuauhtémoc Blanco con $101 mil 576, y su sucesora Margarita González ni siquiera ha puesto su sueldo en Transparencia –aunque en la Lotería Nacional ganaba arriba de 160 mil.
Jalisco tenía a Enrique Alfaro en $99 mil 849, pero Jesús Pablo Lemus llegó con apetito de estadista: $166 mil 195 mensuales.
En Querétaro, Mauricio Kuri se apuntala con $96 mil 959; y Puebla, donde Sergio Salomón manejaba $95 mil 50, hoy Alejandro Armenta se deja querer con $100 mil 103.
Si usted ya está mareado con tantos números, no se preocupe. A cualquiera se le afloja la quijada.
Pero nada de esto preparó a nadie para la joya que soltó Esteban Bautista Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política, antes de cerrar una rueda de prensa:
–Investiguen cuánto ganan los gobernadores, los alcaldes de otros partidos, los dirigentes sindicales… como Estela…
–¿Estela? ¿Qué Estela?– preguntó medio mundo.
Pues Estela Fentanes Jiménez, la lideresa del Sindicato Único de Empleados Municipales del Ayuntamiento de Veracruz.
Y ahí es donde el cuento se pone sabroso.
Rascamos, preguntamos, rasguñamos… y ¡tómala!: 4 millones 21 mil pesos al año. Eso, en cristiano, son 305 mil pesos mensuales.
Sí, leyó bien: 305 mil pesos al mes.
O sea, que si hablamos de salarios estelares, Estela hace ver a cualquier gobernador como pasante de prácticas profesionales… Y a la Presidenta también.
Así que, puestos a comparar, a Rocío Nahle –con sus 84 mil propuestos– le toca la medalla a la moderación republicana entre Gobernadores morenos y de la Oposición.
Y qué nos queda? Gobernadores que se despachan con cuchara sopera; una presidenta que gana menos que algunos de sus gobernadores, y líderes sindicales que podrían comprarles el lonche a todos…
La conclusión es clara:
Si de verdad se quiere ganar bien en México, olvídese de ser Gobernadora o Presidenta o Política. El negocio está en fundar un sindicato.
