1.- Tu auto tiene varios años con un ruido en las balatas. Poco a poco se ha incrementado ese ruido, y al fin, decides llevarlo con el mecánico. ¿Aceptarías que te lo entregue con retraso, que siga sonando igual o peor, y que te diga que la culpa es del tiempo que tardaste en llevarlo al taller? ¿Cómo te sentirías recibiendo el auto en peor estado?

2.- Tiene tres años que te sofocas, y cada mes un poco más. Acudes con un médico general quién te manda con un cardiólogo. Éste te informa que tienes un problema crónico cardiaco. Es algo que no se puede curar, pero te puede dar medicinas para mejorar tu nivel de vida. Te informa que es un mal que se fue incubando poco a poco a lo largo de mucho tiempo. ¿Aceptarías que no te diera ninguna medicina y cada día siguieras peor, o esperarías ver una mejoría después de la consulta? ¿Cómo te sentirías si el doctor no te recetara nada y te dijera que es culpa de lo que hiciste hace 20 años?

3.- Tu casa tiene una grieta, que comenzó hace 20 años, primero era algo pequeñísimo, pero conforme pasó el tiempo, cada día se fue agrandando. Hoy ya puedes mirar al otro lado de la pared por la grieta, y piensas que puede derrumbar tu casa. Has llevado a lo largo de los años a varios arquitectos, ingenieros y maestros albañiles. En todos los casos ninguno ha resuelto el problema. Llamas a uno que te promete resolver el problema prácticamente en el momento en que entre a tu casa. Pasan siete (días, meses, años) y resulta que ya te cobró, y muy caro, pero además la grieta ahora es más grande. Cuando le reclamas, te dice que todo es culpa de los que repararon antes que él, y que a él no le puedes reclamar. Que no es posible que quieras que esa grieta que se formó a lo largo de 20 años, quede reparada en siete. Es más, no tienes derecho a esperar una mejoría real, porque ha pasado muy poco tiempo. Pero eso sí, todos los días te machaca con que la grieta se ha cerrado, que es más pequeña, y casi casi, te dice que tu casa se ve bonita con esa grieta.

Resulta que lo mismo pasa con los gobernantes elegidos por la población. Tienes todo el derecho del mundo de exigirles que resuelvan los problemas, o cuando menos que se note una mejoría en la forma como esos problemas te afectan a ti y a tu país.

También tienes todo el derecho del mundo de exigir que no te vengan con cuentos, que no te presuman estadísticas falsas, y sobre todo que no te mientan. Bueno, los ciudadanos tienen todo el derecho del mundo. Si tú eres de las personas engañadas que piensan que algún beneficio o privilegio que te otorga el gobernante en turno es de su bolsa, y no de los impuestos que pagamos todos los contribuyentes, entonces tú creerás que no tienes derecho a exigir, revisar, reclamar, absolutamente nada. Te sientes y actúas como lacayo, como siervo, como un ser sin derechos ni obligaciones cívicas. En ese caso, tú mismo te has privado del derecho a exigir a quién te gobierna que lo haga de manera eficiente y eficaz.

¿Cuántos mexicanos tendrán que morir hoy? Porque el gobierno federal y los estatales no dan resultados en cuanto a seguridad, debido a una negativa de cumplir y hacer cumplir la ley por parte de presidencia de la república, y de los gobernadores. Negativa que huele más a complicidad y asociación que a cumplimiento de la protesta de guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de las leyes que de ella emanen.

¿Cuántos mexicanos tendrán que morir hoy? Porque el gobierno federal lleva siete años con desabasto de medicamentos, para que unos cuántos elegidos hagan negocios de miles de millones de pesos vendiendo medicinas de dudosa calidad al sistema de salud de México.

¿Cuántas mujeres serán robadas del seno familiar el día de hoy? Porque el gobierno federal y los estatales son omisos en el combate a la trata de personas.

¿Cuántos kilómetros de carreteras, y de calles tendrán que destruirse hoy? Porque el gobierno federal y los estatales y municipales desvían los presupuestos con otros fines.

¿Cuántos mexicanos perderán su empleo o una oportunidad de emplearse hoy? Porque el gobierno federal tiene el único interés de acumular poder, en lugar de crear las condiciones adecuadas para que crezca la inversión y el empleo en el país.

A los funcionarios públicos se les paga para dar resultados. Para lo que no se les paga es para engañar a ingenuos diciendo que la culpa es del pasado. No se les paga para adjetivar a los mexicanos preocupados por el país como carroñeros. No se les paga para hacer montajes que distraigan a la población de la realidad cotidiana. No se les paga para crear una narrativa que intente que los ciudadanos vean una realidad falsa de lo que sucede en el país. No se les paga para ser soberbios o cuidar su imagen. Se les paga para ser eficaces, para ser eficientes, para ser responsables, para ser honestos, para ser éticos. Nadie les ha escriturado el municipio, el estado, el país. No son reyezuelos, son funcionarios pagados por todos los mexicanos.

Lo menos que podemos esperar son resultados, muchos de inmediato. No vamos a espera siete años más para que comiencen a dar resultados. SI NO SIRVEN, SI HUBIERA CIUDADANOS EN EL PAÍS YA LOS HABRÍAN HECHADO FUERA. Como el país está habitado en su mayoría por borregos, no pasa nada, no hay rendición de cuentas, cualquiera puede cometer el peor error y no pagará las consecuencias, seguirá en su puesto, cobrando y medrando en un dinero que cuesta sangre, sudor y lágrimas a millones de mexicanos.

A LOS FUNCIONARIOS SE LES PAGA PARA QUE DEN RESULTADOS. Y si no dan, hay que despedirlos.

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