Durante el gobierno populista de Luis Echeverría (1970-1976) vox populi se entretenía en contar el numero de Comisiones creadas por el gobierno federal para atender los problemas del país, pero como no había resultados positivos y todo seguía igual, el entretenimiento derivó en chuscos comentarios y la imaginación colectiva, a su vez, propuso la creación de una Comisión para averiguar “quien mató al mar muerto”, otra Comisión para investigar “quién pintó al Rio Amarillo” y una más para saber si el rio Orinoco, era de orines. Esa fue una venganza lúdica de la población de este país en protesta por los elevados índices de inflación, la devaluación del peso y los múltiples problemas sociales que no se resolvieron.

Esa narrativa viene a cuento ahora que el gobierno federal crea Planes implementados para “resolver” los retos que representan la inseguridad y la violencia en este país. En el corto lapso de un año fueron creados el Plan Zacatecas, el Plan Tabasco, el Plan Acapulco, el Plan Sinaloa y ahora el Plan Michoacán. Este último se origina por el asesinato de Carlos Manzo, el alcalde de Uruapan que pedía a gritos la ayuda del gobierno estatal y del Federal para enfrentar al crimen organizado que azota esa entidad, pedía a la presidenta visitara Uruapan para explicarle el terror que ondea sobre la población de la Tierra Caliente. Ni el gobierno estatal ni el gobierno federal hicieron eco de las peticiones de Manzo. Una semana antes del asesinato del alcalde de Uruapan, dieron muerte a Bernardo Bravo, líder de la Asociación de Citricultores de Apatzingán, quien en días previos había denunciado la extorsión de que son víctimas en aquella Región, ninguna autoridad se movilizó para atender ese grave problema. Hasta que sucedió lo que tenía que suceder en las circunstancias que privan en Michoacán: la eliminación física de un servidor público que ofrendó su vida a cambio de que la autoridad obligada por ley tuviera que intervenir. No hay forma de ocultarlo Carlos Manzo solicitó, rogó apoyo, pero solo como el Cid, muerto, pudo llamar la atención. Después de haber puesto los bueyes detrás de la carreta en este caso, ahora el gobierno implementa el Plan Michoacán y por arte de magia apenas se anuncia ya hay detenidos, armas y drogas decomisadas y se confirma, así dice el boletín, el compromiso de las autoridades de velar por la seguridad de los habitantes de Michoacán.