Alfredo Bielma VillanuevaAlfredo Bielma Villanueva

La noche del 4 al 5 de octubre de 1999 el cielo abrió sus puertas dejando salir un torrente de agua que asoló a buena parte del territorio norte de la entidad veracruzana. Durante más de 36 horas la Tormenta Tropical Número Once yuxtapuesta a un frente frío derramó con furia apocalíptica gran cantidad de agua, haciendo crecer ríos de respuesta rápida que afectaron las poblaciones de Álamo, Espinal, Gutiérrez Zamora, Martínez de la Torre, Nautla, San Rafael, Nautla, Papantla, Poza Rica, Tecolutla y buena parte de la Sierra Totonaca. La gran afectación provocada por ese fenómeno meteorológico incluyó perdida de vidas humanas, un primer reporte hablaba de 76 víctimas mortales y 60 desaparecidos. La tragedia atrajo la presencia del presidente Ernesto Zedillo y del gobernador Miguel Alemán Velasco quien estaba en su primer año de ejercicio gubernamental. Esa visita reforzó la dinámica para socorrer a los afectados y puso en operación inmediata al Fondo de Desastres Naturales (Fonden) creado justamente ese año para atender emergencias y desastres naturales.

Sin embargo, en julio de 2021 el gobierno de López Obrador desapareció ese mecanismo de ayuda inmediata, un instrumento financiero inserto en el Sistema Nacional de Protección Civil que encontraba recursos en una partida especial del presupuesto federal. Para sustituir al Fonden, en el Ramo 23 del presupuesto federal existe un apartado para atender emergencias y desastres, además, se cuenta con una cobertura de seguros catastróficos y por lo menos 485 millones de dólares de bono catastrófico. El gobierno federal ya accionó el Plan de Auxilio DN-III, y debe suponerse que se echará mano de recurso económico para llevar alivio a los miles de damnificados en las poblaciones ya referidas. La gobernadora Rocío Nahle está al frente del auxilio, para un damnificado tener cerca a la autoridad estatal constituye una esperanza de contar con el remedio que alivie su enorme perdida. No se duda que, igual como lo hizo Zedillo en 1999, la presidenta Sheinbaum se apersone en el lugar del desastre para reforzar los necesarios auxilios a esa sufrida población del norte veracruzano.