• Hipotéticamente, Claudia no gobierna a plenitud por la revocación de mandato
  • Pasada la elección de 2027 habría “un golpe de timón” en el segundo piso de la 4T
  • Con la reforma electoral AMLO seguiría controlando el Palacio Nacional y Morena

H. Matamoros, Tamaulipas.-A pesar de que no existe una evidencia que sustente la versión y solo se trata de conjeturas, interpretaciones o lecturas derivadas del escenario político que se observa, todo hace indicar que la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO no puede ejercer a plenitud su gobierno ante el supuesto o real amague de la revocación de mandato.

Si bien es cierto que la reforma promovida por el ex presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y enviada al Congreso de la Unión en febrero 2024 puede equipararse a un arma de desestabilización también puede interpretarse como una herramienta de control por parte del creador del Movimiento de Regeneración Nacional.

En consecuencia, desde el enfoque de lectura, interpretación o conjetura, el actual huésped del Palacio Nacional estaría imposibilitada de implementar su propia política y estilo de gobernar hasta en tanto se lleve a cabo la elección federal intermedia de junio 2027 si prospera la reforma que contempla adelantar a la elección concurrente la revocación de mandato, en vez de una fecha contemplada del primero de octubre al 31 de diciembre de 2026, tal y como lo establece actualmente la Constitución.

Por lo tanto y desde esa perspectiva, SHEINBAUM PARDO habría de soportar el lastre político y de imagen partidista que significa la “herencia del sexenio pasado” personificado en los senadores ADÁN AUGUSTO LÓPEZ HERNÁNDEZ y GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA, así como el diputado federal CUAUHTÉMOC BLANCO BRAVO.

También, por el mismo motivo, habría de tolerar los excesos de la gobernadora de Campeche, LAYDA SANSORES, y la negligencia de la mandataria veracruzana ROCÍO NAHLE, por citar un par de ejemplos de la pesada carga heredada por quien preside el segundo piso de la Cuarta Transformación.

El ajuste a la reforma electoral que establece la obligatoriedad de revocación de mandato a partir de 2027 del 40% al 30% de la participación ciudadana inscrita en el padrón electoral, prácticamente requeriría de sólo 17 millones de votantes para ser vinculante.

La baja participación ciudadana en ese ejercicio cívico celebrado en marzo de 2022 orientado a reforzar la legitimidad e imagen política de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, obligó al ajuste electoral para asegurar la vinculación. En esa ocasión, el ex mandatario nacional obtuvo el 98% de la aprobación de únicamente el 17.7% de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral.

La reflexión lógica del pobre resultado del ejercicio de revocación de mandato impulsado por AMLO, es que a la sociedad mexicana no le interesó el proceso de revocación según se desprende de la baja participación, y que los asistentes a las urnas fueron los clásicos “acarreados” morenistas.

Cabe señalar que la revocación de mandato incorporada a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, teóricamente, fue diseñada para promover la democracia participativa y que los ciudadanos estén en libertad de decidir si el presidente de la república, por ejemplo, goza o no del apoyo de sus representados para continuar en ese cargo de elección popular.

Con base en todo lo anterior antes expuesto, la aceptación de someterse a la revocación de mandato en la elección intermedia de 2027 no se trata de un criterio sino de una obligación constitucional que podría considerarse como una “soga al cuello” o la “espada de Damocles”.

Por lo tanto, en esa tesitura, la presidenta de México CLAUDIA SHEINBAUM PARDO estaría en condiciones de ejercer su propio gobierno y elegir a sus aliados cercanos y, por supuesto, y colocar en su lugar el lastre morenista una vez concluido el proceso electoral del primer domingo de junio 2027.

En el entendido de que no necesariamente habría de romper el cordón umbilical con su antecesor, sino única y exclusivamente implementar su propia forma y estrategia de gobernar y hacer a un lado programas federales del sexenio pasado como el de “abrazos, no balazos”.

Hipotéticamente, ante la ausencia de evidencia concreta que sustente la conjetura, el ex presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ PBRADOR dejó todo “fríamente calculado” para continuar ejerciendo el control político tanto en el Palacio Nacional como al interior del partido en el poder.

¿Cómo la ve?

DESDE EL BALCÓN:

I.-“Las libertades de prensa y expresión son fundamentales para que la democracia pueda avanzar en el país. El día que acotemos estas premisas, sin duda, estaremos dando un paso atrás en la democracia. Por ello todos los que nos reunimos aquí, el día de hoy apoyamos firmemente estas libertades”, afirmó tajante el maestro Raúl Gómez Espinosa, presidente del Instituto Mexicano de Ciencias y Humanidades (IMCH), durante la ceremonia de la Sexta Entrega de la Presea “Juan Rueda Ortíz” celebrada en el Emblemático Paraninfo del Palacio de la Autonomía de la Universidad Nacional en la ciudad de México.

Felicidades a todos los galardonados.

Y hasta la próxima.

mariodiaz27@prodigy.net.mx