Melquíades Sosa

En estos días de meneo político por aquello de querer unos aparecer en las listas de candidatos, cuando ni los propios partidos han logrado definir su estrategia para la campaña, y aún muestran dudas en su configuración respecto a las alianzas, los apurados andan vuelto locos sentándose en cuanto café les citan para amarrar una candidatura, la que sea es buena.
Lo más destacado de todo esto es que hace rato en el lenguaje político se habla de cambio, por lo menos desde la elección de 1999, y de transformación por lo menos desde la elección presidencial de 2018, sin embargo esos eslogan solo se están utilizando como eso, mensajes estereotipo que sirven para distinguir la campaña política de una institución pero que no tienen nada de fondo, son palabras huecas, vacías.

Los políticos parroquianos, que al final son los que terminan siendo alcaldes, síndicos, regidores y hasta diputados, andan acelerados queriendo descubrir en qué fórmula pueden lograr el triunfo de manera más segura, ya sabe usted que la ideología partidista hace rato está guardada en un cajón, no tienen rubor por andar sentándose con cualquiera que pueda ofrecer una candidatura, como MC que dicen te deja poner toda la planilla, vaya usted a saber.
La consecuencia de eso es que estamos hablando de la preparación para la campaña de aquellos que aspiran a gobernar, pero lo más lamentable de estos momentos es descubrir en aquellos que aspiran por segunda vez, es que no tienen ni idea de lo que trata el ser servidor público, de ser un representante popular, se llenan la boca abonando al supuesto cambio, a desacreditar el trabajo del gobierno actual sin acaso voltear a observar lo que ellos hicieron cuando fueron gobierno.
Lo vergonzoso es certificar que ese es el nivel de políticos que el pueblo debe tolerar a la hora de fungir como gobierno, por eso la soberbia, la pérdida del piso, la altanería, porque nunca se prepararon para ser gobernantes, para servir a la gente, no, solo se prepararon para ganar su elección.

Ahora intentan volver, diciendo de nuevo que se necesita un cambio, que por cierto ellos, cuando gobernaron no supieron dar, por eso perdieron, por eso los arrasaron, pero son sinvergüenzas.

Y así la política nacional, estatal y local, soportando a los expertos en campaña, ignorantes de la gobernanza, así pasan las generaciones y nos hundimos en la miseria, porque nosotros mismos somos incapaces de aceptar lo que solapamos, como si hacerlo nos demeritara, como si verlo nos avergonzara, mejor nos hacemos de la vista gorda y los soportamos, los alabamos, adulamos y los transformamos en nuestros propios verdugos, por eso al final nadie de los que nos roba esta en la cárcel, porque ni siquiera moralmente son culpables, la misma sociedad los termina perdonando, esa misma sociedad a la usted y yo pertenecemos.

Cuídese mucho