
Poco o nada le importó, ahora, al diputado federal Sergio Carlos Gutiérrez Luna “Gutierritos”, la desgracia ocurrida en varios municipios del norte de Veracruz, donde muchos de sus paisanos se quedaron sin nada luego de las intensas lluvias que provocaron el desbordamiento del río Cazones. El personaje mencionado es el mismo que hace cosa de poco más de un año, anduvo por tierras jarochas prometiendo y jurando que, si el voto de los veracruzanos lo convertía en candidato y después gobernador del estado, iba a arreglar todos los problemas que había en la entidad. Y al legislador se le recuerda porque un día, cuando andaba en franca campaña, en la capital del estado, Xalapa, cayó un verdadero diluvio y una colonia denominada Revolución quedó inundada, resultando afectadas varias familias; pues hasta ellos, con los pantalones arremangados y con el protagonismo de todo candidato, llevó despensas y apoyos a las familias afectadas. Hoy, luego del paso de “Priscila”, el diputado oriundo de Minatitlán, ni se acuerda dónde queda Veracruz y mucho menos el norte del estado. ¡Hipócrita!

Al que literalmente le llovió y le sigue lloviendo es al alcalde de Poza de Rica de Hidalgo, Fernando Luis Remes Garza, “El Pulpo Remes”, quien nadie sabe dónde se encontraba cuando la lluvia de “Priscila” se le dejó ir encima a la petrolera ciudad, provocando que el caudaloso río Cazones, al salirse de madre, sin control de ninguna especie y sin que se hubiesen dado los avisos preventivos de desalojo, arrasó con todo lo que encontró a su paso, dejando tras de sí una estela de destrucción y muerte. Los habitantes de Poza Rica, vivieron minutos que se convirtieron horas de terror cuando la fuerza maléfica del torrente empezó a aumentar de nivel y las casas se empezaron a inundar con familias enteras en su interior. A casi 20 días de lo que ya se ha considerado una tragedia, el munícipe, por su inoperancia e incompetencia, en donde se ha parado, ha recibido el rechazo y el repudio de una sociedad que, quizá lo perdone, pero que tal vez nunca lo olvide. Al tiempo.

En Veracruz, la inseguridad se encuentra en su máxima expresión. Un día matan a un taxista en Yanga, otro día a un productor citrícola en norte del estado; en Rio Blanco, aparecen jóvenes sin vida en la vía pública, en Zongolica, un joven aparece descuartizado en el interior de una nevera; en Rinconada, se oye el traka traka; y así es la constante en cuanto a inseguridad se refiere. A pesar de todo lo anterior y de todo lo que refieren las secciones pol´ciacas de los medios de comunicación tanto a nivel estatal como nacional, es esta la hora vendida en que el presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Congreso del Estado, Adrián Sigfrido Ávila Estrada, no sube a la tribuna para proponer el punto de acuerdo que permita la comparecencia del secretario de Seguridad Pública de Veracruz para que explique qué es lo que pasa con la seguridad de las y los veracruzanos. Solo queda expresar: ¡Oh! ¿y ahora quién podrá salvarnos?

Los empresarios del norte de Veracruz, de manera particular los que se vieron afectados por las terribles inundaciones que sufrieron hace ya casi 20 días, siguen esperando alguna declaración-participación- atención de parte del secretario de Desarrollo Económico, el exsenador Ernesto Pérez Astorga, quien hasta ahora no ha dicho esta boca es mía y de esta manera se les va a apoyar para que puedan levantarse y seguir adelante. Los empresarios organizados en distintas Cámaras, están solicitando que, de manera urgente, el exsenador los convoque, les explique de algún plan para atender y atemperar los efectos del huracán que los dejó en la vil calle, pero hasta ahora a don Ernesto, ahora sí, “ni lo ven ni lo oyen” Flaco, muy flaco favor es el que le hace el también empresario gasolinero a su jefa inmediata superior Rocío Nahle García al no estar atendiendo a los integrantes de diversas Cámaras empresariales del norte de Veracruz. ¿Funciona en el cargo Pérez Astorga?
En terapia intensiva, con respirador artificial y esperando el desenlace fatal, es como se encuentra el Partido revolucionario Institucional que dirige en Veracruz Rodolfo “El Fofo” Ramírez Arana, quien sabe y debe de estar enterado que el partido que ahora tiene en sus manos y que le genera prerrogativas, es bastante probable que no alcance a ver la luz del 2027, cuando se realicen elecciones en Veracruz. El otrora partido aplanadora, el que ganaba todas las elecciones compitiendo solo, sin adversario político enfrente, hoy se encuentra en el umbral de su peor debacle, toda vez que se ha quedado sin cuadros, sin estructura y sin la militancia que anteriormente lo sostenía y catapultaba para ganar elecciones sin llegar a los tribunales. El exalcalde de Paso de Ovejas, tan pronto sucumba el expartidazo, habrá pasado a la historia como el dirigente priista que le enterró el último clavo al ataúd y terminó por arrojar la última palada de tierra al sepulcro del tricolor. Abur.
