Circula la versión de que la alcaldesa de Álamo, Blanca Lilia Arrieta, la que no se dejó ver durante los primeros días de la emergencia originada por las inundaciones, porque andaba de compras en plazas comerciales “fifis”, se encuentra muy molesta porque por instrucciones de “arriba”, la han marginado de las acciones coordinadas de los gobiernos federal y estatal para las labores de limpieza y distribución de apoyos a la población afectada.
Cuentan que por esa razón, el día de ayer, viernes 30 de octubre, esperó a que concluyera la sesión del Centro de Comando establecido en la Casa del Citricultor del ejido Pueblo Nuevo,para instruir a las autoridades ejidales, que se cerrara de inmediato y se impidiera cualquier otra actividad.
Por esa razón, los integrantes del Centro de Comando han tenido que reprogramar sus reuniones y están por decidir su nueva sede.
¡Lastima Margarito…..!
