- Lea éstas, de Luis Emmanuel Domínguez
- Son de 2021 y parece que son de hoy, caray
(Premio Nacional de Periodismo otorgado por periodistas de la Ciudad de México)
Buen día, apreciado lector:
De entre las cosas que aprendí de chamaco en el Seminario de Santiago Tuxtla, está la práctica del retiro espiritual. Y cada que tengo un relax, me escapo de mi recámara al patio de mi casa que —como escribe mi amigo Gilberto Haaz Diez, de quien presumo su amistad— “es muy singular…”. Al fondo, unos 40 metros, está mi tan mentado cuarto de los tiliches.
Allí me regocijo con lo que encuentro guardado celosamente. Y justo me topé con algo que, a propósito de esta temporada tan cruel —en la que ni pareciera que estamos de luto en el estado—, aprovecho para comentarles.
(Escribo esta tarde mientras escucho la música de Luis Cobos y “El Mexicano”. Qué disco tan fregón, se los recomiendo, igual que a Ray Coniff).
Se trata de un texto del multifacético y reconocido periodista Luis Emmanuel Domínguez, a la fecha conductor de su propio programa en internet, vistísimo —“veidísimo”— llamado Skopeo Digital. Usted ya lo debió haber visto: prácticamente entre los mejores de la red en la entidad.
Mire, lea por favor: es “La Calavera del Grupo de los Diez”. (Este grupo es una de las dos agrupaciones de periodistas influyentes que se han formado en Xalapa y en la que entonces, en 2021, participamos varios colegas).
Salió publicada en la revista Análisis Político número 1312, del 9 de noviembre de 2021. Hoy ya va en el número 1356, con 46 años de presencia en todo Veracruz, y que dirige aún —y muy bien— el muy apreciado y querido abogado y periodista Melitón Morales Domínguez, actualmente presidente de la Asociación de Periodistas de Veracruz (ACOVER), de alto nivel, en la que hoy coincidimos con Luis Emmanuel, con mis paisanos José Valencia Sánchez y Arturo Reyes Isidoro, entre otros más de cincuenta excelentes periodistas.
Hoy lunes, por cierto, la ACOVER desayuna con el magistrado del nuevo Tribunal de Disciplina Judicial en el estado, Humberto de Jesús Sulvarán López.
Va pues el texto completo de Luis Emmanuel Domínguez Rangel:
“Vestida casi a la moda y siguiendo algunas pistas, va la flaca al Asadero, a comer con periodistas. Llegó temprano a la cita, la muerte siempre es puntual; se puso su cubrebocas lo cual ya es cosa usual.
Vestía un hábito clarito, desde el cráneo hasta los pies, la guadaña había afilado porque iba por los Diez. Se asomó al salón cuadrado donde sería la reunión, todo estaba preparado para el gran comelitón. Fito Bulmaro y Bellizia ya estaban en sus lugares. Luis y Jaime conversaban sobre catrinas y altares.
En la esquina meditando, pero abusado y despierto, preparaba sus preguntas en un papel Filiberto. Llegó Sergio con Gustavo, Pedro pidió el primer ron. Benjamín y Miguel Ángel llegaron con Melitón. Para abrir el apetito había nieve de mamey, “yo la prefiero de postre”, dijo sonriendo Eleaney.
Omar venía de tacuche por la entrevista temprana: Con café para los cuates llegó también Viridiana. Mario Javier entró solo todavía frotando el gel, saludando a los del grupo a este a ese y a aquel.
Entró la calaca al sitio y ocuparon sus lugares. Sergio cómo es la costumbre presentó a todos sus pares; las entradas, las cervezas, refresco y copas de vino, fueron sirviendo en la mesa y ahí fue que llegó Quirino.
¿Son todos?, preguntó ansiosa, yo traigo 30 en la lista. ¡No habrá más!, dijo Gustavo, y comenzó la entrevista:
Este año ha sido pesado -inició con voz calmada- la pandemia y tanto crimen me traen toda apresurada; hubo un factor importante -dijo mirando el mantel- mucho le debe el infierno al doctor López Gatel -con sus medidas infames, excusas y pendejadas- trabajamos horas extras, las tumbas están colmadas.
Pero también les comento que mucho trabajo ha dado, lo de abrazos, no balazos, al crimen organizado; cientos de miles de muertos y más desaparecidos no dan descanso a mi gente y estamos agradecidos. Nuestra misión es llevarlos al panteón, no solo al viejo, al enfermo, al descuidado y al que muere por pendejo. Pero este año les digo, ha sido rompe récord en verdad, las cifras que se conocen ocultan la realidad.
Yo creo apuntó Miguel Ángel que no estás exagerando, los muertos de Sinaloa apenas los van contando; la muerte se vio molesta ante tal interrupción, su gesto espantó a todos pero más, a Melitón. Y aún así faltan bastantes -dijo- este año no ha acabado.
Y en este grupo hay alguno que con mi agenda está anotado. Todos quedaron helados: la miraban fijamente no había forma de escaparse, esa tarde de la muerte…
Bellizia limpió garganta y habló con su voz de artista: por quién vienes, muerte santa ¿fotógrafo o columnista?
La calaca flaca flaca, miró a todos fijamente:
Les voy a decir su nombre, aunque él no está presente; es periodista, ya viejo, ni alto ni gordo ni feo, usa un Teléfono Rojo; ¡y le llaman Eliseo!
Se escucharon mil suspiros y exclamaciones de aliento, los 10 siguieron completos y hablaban al mismo tiempo; hoy se escucha en las praderas, en los montes, en las playas: «esos tienen un acuerdo… Si no eres miembro ni vayas”. Hastab aquí el comentario chusco de Luis Emmanuel.
Hasta aquí el comentario chusco de Luis Emmanuel.
Curiosamente, nuestros colegas Fito Soler y Eliseo Tejeda fallecieron no hace mucho, y todos en el gremio lo lamentamos.
Vida, nada te debo…
Tenga el lector paz y armonía en su hogar. Cuide el agua y cuídese de ella en estos días. Cuide las plantas, por favor. Y sí, también la democracia. ¡Aguas!
gustavocadenamathey@hotmail.com
