¿Cuántas damas ha colocado Éric Cisneros Burgos en puestos clave del gobierno de Cuitláhuac García? Muchas, demasiadas diríamos. Bueno, hasta quiso hacer alcaldesa a la hija de Mario Chama, a quien en Teocelo ya la calificaban como una más de las “Chicas Bond” del Bola 8. Pues si este sujeto tiene preferencia por las damas guapas para colocarlas en puestos públicos, no es de extrañar que sus subalternos quieran seguir su ejemplo, con tan mala suerte, que muchas de ellas han optado por denunciarlos.

En su comparecencia ante diputados Éric Cisneros Burgos tuvo que tragar saliva cuando la diputada Anilú Íngram le recriminó que su oficina se había convertido en una “cueva de acosadores sexuales”. Bastó un ejemplo para que se entendiera a qué se refería la diputada: «¿Está usted enterado de las denuncias que existen en contra de colaboradores suyos en la SEGOB por acoso sexual como es el caso de Fernando Quirarte Vargas?».

Quirarte Vargas, a pesar de las denuncias de acosos sexual en su contra sigue colaborando muy cerca del secretario de Gobierno. ¿Por qué? Porque es la gente que prefiere el Bola 8, sus iguales con los que se siente cómodo, en familia. Todavía se atrevió a decir el señor Cisneros Burgos: «Hemos sido sumamente responsables». Esos grados de cinismo sólo se los habíamos visto a Javier Duarte.