En Álamo se incrementan las manifestaciones y la inconformidad en contra de la alcaldesa Blanca Lilia Arrieta Pardo. Pareciera que en gobierno del estado no están enterados y este bastión morenista, puede pasar a control de la oposición.

Conforme pasan los días se le van acumulando los problemas a la presidenta municipal. El día de ayer, miércoles 17 de mayo, se registró, de nueva cuenta, una gran manifestación en contra de su administración, en la cual, diversas organizaciones, acusan malos manejos. Se dice que desde 2021 hay destinados diversos recursos procedentes desde la tesorería estatal, dependiente de SEFIPLAN y que están etiquetados para ser dirigidos a las mejoras de las comunidades que integran el municipio y no han sido aplicados.

Al respecto, la ciudadanía está preguntando qué pasó con esos recursos y si están aún disponibles y, de ser así, por qué no se aplican para mejorar las condiciones de vida de las comunidades del municipio, o en su defecto que se les diga en qué los están ocupando.

De entrada, no se están aplicando los principios de austeridad propuestos por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, y replicados por el Gobernador del Estado, Cuitláhuac García, ya que ella misma circula en vehículos ostentosos para hacer sus recorridos fuera del municipio y financiar viajes de placer para ella y su familia.

La presión social aumenta cada día que pasa en contra de los manejos dudosos de la administración que representa Arrieta Pardo.

Lo cierto es que los lugareños a diario expresan su frustración y arrepentimiento por haberle dado su voto de confianza a una persona que en nada ha mejorado las condiciones de vida del municipio, por ellos las marchas rutinarias en su contra.

Los habitantes suelen describirla como una persona indiferente e incluso prepotente que nunca está disponible para dar audiencia y cuando por fin se logra un espacio de dialogo con ella, se compromete de mala gana a resolver las problemáticas que se le exponen, para luego no cumplirlas.

En definitiva, se desconoce si el gobernador está informado acerca de su comportamiento y de la desafección que la munícipe está generando hacía Morena dentro de la ciudadanía.

Si a los operadores políticos de palacio de gobierno les interesa mantener ese bastión municipal, deberían ponerle atención y conminarla para que cumpla con su trabajo, ya que si el clamor popular aumenta en su contra, la ciudadanía podría llegar a exigir su destitución generando un innecesario clima político adverso hacia morena; sobre todo, teniendo en cuenta que la elección del 2024 está a la vuelta de la esquina y la máxima preocupación del partido en el gobierno es el poder postergarse en el poder y saben muy bien que cada voto cuenta.