• Se han detectado enfermedades de cáncer y abortos espontáneos en comunidades aledañas a los pozos petroleros fracturados, señalan investigadores.

Irineo Pérez Melo.- Problemas ambientales irreversibles, así como de salud y desabasto de agua en varias comunidades del norte de la entidad, principalmente en los municipios de poza Rica, Papantla y Coatzintla, está ocasionando la utilización de la tecnología de fracturación fidraúlica (fracking), alertaron integrantes de las organizaciones Alianza Mexicana contra el Fracking y Earthworks.
En conferencia de prensa, Alejandra Jiménez y Cecilia Navarro González, integrantes de esta organización, detallaron que estos problemas se detectaron al realizar un recorrido por estos pozos fracturados en los municipios de Poza Rica y Papantla, en donde se constató los daños irreversibles provocados al medio ambiente por la emisión de gases, como metano uno de los principales gases de efecto invernadero, altamente contaminantes y compuestos orgánicos volátiles muy venenosos, que tienen impactos en la salud y contribuyen a la crisis climática.
Detallaron que la organización Earthworks empleó una cámara térmica con lo que se detectó emisiones contaminantes, además de que se evidenció que el fracking se usa sin las mínimas medidas necesarias para proteger a las poblaciones vecinas y mitigar sus impactos ambientales.
Advirtieron la grave contaminación que está generando en la zona norte el uso de esta tecnología, por las fugas permanentes de gas que se resienten en las zonas urbanas y rurales, y los impactos ambientales en términos de la cantidad de agua que se usa y después se vierte, contaminada, en los llamados pozos letrina.
De igual manera por las fracturas que se realizan, en algunas ocasiones hasta en más de 70 veces, está ocasionando que se sequen o se desvíen los manantiales, provocando desabasto en las comunidades aledañas a estos pozos, en donde también se ha notado un incremento de enfermedades como cáncer y abortos prematuros por la emisión de estos gases contaminantes.
Las activistas destacaron que la entidad veracruzana es donde más se utiliza esta tecnología, al contabilizarse unos 2,053 pozos en fracking, de los cuales 1,398, (el 68%) están abandonados, y pese a estar inoperantes, siguen emitiendo gases, agudizando los problemas en los últimos años, luego de que esta práctica se viene dando desde hace más de diez años.
Refirieron que con esta técnica que se fractura para extraer gas y petróleo del subsuelo, estimula en pozos en yacimientos de hidrocarburos que ya habían sido utilizados, pero impacta negativamente y, entre otros efectos, seca los mantos acuíferos. “Se trabaja en pozos que ya no eran productivos”.
Por tal motivo, demandaron al gobierno federal que cumpla con su compromiso de hace 6 años de prohibir está práctica porque han documentado provoca daños ambientales irreversibles e irresponsables tanto a la salud de las personas como a los cultivos y el agua.
Y su exigencia la justifican porque no existe información pública clara sobre la forma de trabajar y los efectos que trae consigo esta fracturación hidráulica y mucho “menos de la contaminación de los pozos de agua, de la cual la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ha llegado a responsabilizar a los pobladores de la contaminación de los mantos de agua cuando ellos son los responsables».
Señalaron que el recorrido realizado por integrantes de las organizaciones mencionadas se realizó en el mes de octubre pasado por municipios de Veracruz y Puebla, en donde hallaron daños permanentes y algunos muy graves a pozos de agua, de la cual Pemex no responde a la exigencia de claridad, porque es claro que hay una fuerte afectación grave a la salud, a la vida vegetal y animal en la zona aledaña a dónde se realiza el fracturamiento hidráulico.
Reiteraron que esta práctica consume gran cantidad de agua y se desconoce qué hacen, cómo y dónde la desechan, lo que representa un grave riesgo porque es altamente contaminante para las aguas subterráneas y un peligro para el consumo humano
Recalcaron que lo que se ve del actual gobierno de la Cuarta Transformación “no cumplió con este compromiso de combatirlo y prohibirlo. Lo peor es que para el año 2024 ya se aprobaron más recursos para hacer fracking en la zona del Golfo», pero lo más grave, es que no hay información clara sobre las afectaciones que ha dejado está técnica porque el gobierno no atiende este asunto.
“Todos los pozos abiertos, aunque estén abandonados contaminan y emiten sustancias tóxicas, lo que es un riesgo porque están ubicados cerca de zonas urbanas y hasta de instalaciones de la Universidad Veracruzana, lo que es un grave riesgo para la salud pública” resaltaron.
Las activistas destacaron que el uso excesivo del agua en esta técnica, es tal que, por cada pozo sometido a procesos de fracturación hidráulica (fracking) se requiere entre 9 y 29 millones de litros de agua dulce, la cual es mezclada con más de 750 sustancias, muchas de ellas tóxicas (arsénico y benceno, entre otras), con lo que queda irremediablemente contaminada.
“Esta agua inevitablemente se quita a las comunidades que la utilizan para el consumo y para actividades agrícolas, entre otras. Esto es especialmente grave en un país con estrés hídrico y con un régimen de lluvias alterado”, añadieron para finalmente señalar el grave desabasto del vital elemento que está ocasionado por el uso del fracking, que incluso ha llegado a tal grado que algunas comunidades afectadas, estén realizando acciones jurídicas para detener este proceso extractivo de hidrocarburos.