Por Libertad Bajo Palabra 

Si Cuitláhuac García hubiera sido más hombre, que gobernador de Morena, hubiera corrido a Eric Cisneros Burgos tan pronto se enterara del maltrato que su secretario de Gobierno empleara en contra de la entonces alcaldesa de Jamapa, Florisel Ríos Delfín. Ese maltrato y las medidas que impusiera en su contra tuvieron resultados por demás trágicos. Florisel Ríos fue asesinada, al no contar con protección policiaca. Eso hubiera bastado para imputar al que se hace pasar por afrodescendiente, incluso para fincarle responsabilidades administrativas Desbocado por la impunidad que le otorga la Cuarta Transformación, Cisneros Burgos siguió saliéndose con la suya, premiando a las mujeres que se rendían a él, pero castigando a las que le hacían el feo.

Esto hasta que agredió a la diputada local Ruth Callejas, quien interpuso una demanda por violencia política de género. Aunque la sala regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial, controlada por el Bola 8, desechó la demanda, la sala superior del TEPJF ordenó al OPLE que se revisara la denuncia y que se procediera en contra del agresor. Sólo tragos amargos y descalabros ha causado Eric Cisneros Burgos a Cuitláhuac García.

Desde aquellos días de enero de 2019 en Chinameca, donde los pobladores le mentaron la madre a Cuitláhuac García, hasta la nota del 15 de febrero de 2023 en el periódico Reforma, donde se exhibe ante todo el país la clase de gobierno que tiene Veracruz: Un poco hombre en la gubernatura y un misógino agresor en la Secretaría de Gobierno.