Por Libertad Bajo Palabra

Mientras en Veracruz miles de ciudadanos buscan día con día el sustento diario para llevar a la familia, el representante de muchos de ellos se encuentra en Europa dándose la “vida loca”. Y bien puede decir el diputado Bingen Rementería, «es mi dinero, y yo con mi dinero puedo hacer lo que se me pegue la gana», y tal vez tenga razón. Sin embargo, el hijo consentido de Julen Rementería no debe olvidar que es representante del pueblo y como representante debe mantener congruencia. En un Veracruz de muchas necesidades está fuera de lugar la ostentación de una riqueza que, si bien puede ser legítima, es de mal gusto exhibirla cuando en el discurso se presentan como luchadores sociales que buscan el bienestar de sus representados.

Lo peor de todo es que mientras Bingen se da la “vida loca” en Mónaco, gastando miles de dólares en habitaciones de lujo, cenas e invitaciones a los amigos al Gran Premio de la Fórmula 1, en el Congreso todo mundo lo extraña, pues resulta que el junior es uno de los diputados que más falta a las sesiones.

El mismo López-Dóriga lo ha exhibido, pues al parecer el diputado tiene ya varios días de paseo por Europa. Lo más bizarro de todo esto es que nos enteramos de los excesos de Bingen, precisamente porque el los publica en sus redes sociales. Ah, pero apenas lleguen las elecciones, el muchacho se va a vestir de pueblo y va a salir a las colonias pobres del puerto a entregar despensas y cubrebocas.