Francisco Licona

A Ricardo Monreal, cada uno de sus actos, su estrategia, declaraciones y posturas, lo alejan cada día más de las bases de MORENA

Analistas políticos en los cafés de la capital del país, sostienen que el senador Ricardo Monreal Ávila utiliza una estrategia que se mueve al filo de la navaja y juega con fuego con tal de ganar a como dé lugar la candidatura de MORENA y la presidencia en el 24. 

La presentación que hace de él mismo como el ‘aspirante rebelde’, la no ‘corcholata’ de AMLO y el de ser excluido del actual proceso interno de MORENA, no le harán merecedor ‘por estar mejor preparado para gobernar’ que los otros aspirantes de MORENA a la presidencia: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López Hernández. 

El caso, se afirma, es que quizá el senador Monreal equivocó su estrategia de combate, puesto que un día se presenta ante quienes lo acompañan como ‘el gran amigo’ de AMLO y al otro critica fuertemente las decisiones de éste en las reuniones que convoca con fines proselitistas. 

Tanto y a tal grado ha llevado Monreal su estrategia política rumbo al 24 que al presentarse ante sus seguidores y medios de comunicación como que sería ‘el presidente de la reconciliación’, da a entender que ya como presidente echará para atrás las políticas y reformas legales de AMLO. 

¿Será que Ricardo Monreal se refiera a una reconciliación con empresarios mexicanos contrarios al régimen de AMLO, o con los empresarios españoles y norteamericanos que han perdido canonjías con la llegada del gobierno de la 4T? O quizá Monreal reconciliará al poder con los evasores de impuestos, o con aquellos que están en las cárceles. ¿Con quién va a reconciliar el Poder cuándo sea presidente señor senador? 

Ricardo Monreal no ha dejado de criticar cuanto acto con seguidores realizan los otros aspirantes de MORENA, pero él hace lo mismo. Presenta libros y su proyecto de nación, ofrece conferencias, visita medios de radio y televisión y cada vez que puede le da sus raspones políticos al dirigente nacional Mario Delgado Carrillo. 

Lo invitan a eventos de MORENA y no asiste, pero luego se dice excluido.  

Además, en cuanta entrevista mediática ofrece, golpea con todo a los otros aspirantes a la presidencia. Lo hace frecuentemente contra la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, e igual contra el titular de Gobernación, Adán Augusto López Hernández. Sólo con Marcelo Ebrard ha sido más moderado, con el cuidado quizá de no cerrar todas las puertas. 

Lo más reciente es la descalificación pública que hizo este viernes a la decisión de AMLO para incorporar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional por la vía de la modificación de leyes secundarias y estar en condiciones de ordenarlo por decreto. 

Lo que quizá el senador Ricardo Monreal no vislumbre aún, es que cada uno de sus actos, su estrategia, declaraciones y posturas, lo alejan cada día más de las bases de MORENA que habrán de elegir en encuestas a su candidato a la presidencia. 

No pocos MORENOS ya lo consideran enemigo de AMLO.

¡Cuidado senador! 

Sin embargo, en plena transformación del país, así se la juega el senador Monreal y si le cuaja, pues será presidente, pero para muchos, su estrategia se mueve en un alambre y al filo de la navaja. 

Ya falta muy poco para que MORENA defina su método de elección de su candidato a la presidencia, veremos si todo lo que ha dicho lo sostiene. 

Ya falta poco. 

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