¡Ah, las carreteras de Veracruz! Rectas, serpenteantes, con curvas peligrosas, con topes, como un homenaje a quienes han resultado atropellados y esa sea una forma de rendirles culto.

Las hay que atraviesan todo el Estado, de Norte a Sur, es la 180, la que viene de Matamoros y llega hasta el Estado de Campeche. También está la 145, la que baja de Puebla, pasa por Orizaba-Córdoba y llega hasta Sayula de Alemán

Sin dejar de mencionar la autopista, la cual se puede tomar, en el sur, desde Minatitlán hasta llegar a La Tinaja, entroncar con la Puebla-Orizaba-Córdoba, para llegar al puerto de Veracruz o continuar hacia el norte del Estado, con la consigna de saber que viajar por dicha rúa, cuesta un ojo de la cara y un riñón.

Pero hoy, hay que hablar del estado que guardan las carreteras federales, esas vías de comunicación que están a cargo de la secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, y en donde un director de la zona Centro Golfo, parece estar durmiendo el sueño de los justos.

La mayor parte de la red carretera del estado de Veracruz, se encuentra en pésimas condiciones y ello no es un secreto para nadie.

De estado físico que guardan las carreteras que corresponden al sector federal y que están bajo la jurisdicción del sector federal, esto es  la SICT, en recurrentes ocasiones, tanto en este espacio así como en diferentes columnas y reportajes, hemos dado cuenta y las autoridades encargadas, o sea, del Director para abajo, nadie ha hecho algo por avocarse a reparar o hacer algo para remediar las terribles condiciones en que se encuentran y que tantos perjuicios económicos han ocasionado  a los cientos de automovilistas que circulan o, mejor dicho, tienen la osadía y la necesidad de transitarlas.

Sería más que saludable que el nuevo Titular de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, algún día decida realizar una supervisión por las carreteras de Veracruz y constate de manera fehaciente las condiciones en que se encuentran.

Sin duda, se llevará una gran decepción y comprobará que, entre lo que le informan y lo que él pueda checar de manera personal, existe un gran abismo. Ahora que, para ahorrarle el viaje, si nos lo permite, le podríamos están enviando una serie de fotografías de las carreteras veracruzanas y que son de su total y completa competencia.