Inocencio Yáñez Vicencio

¿ Son mejores administradores los empresarios que los políticos?
Partamos de Ernesto Zedillo. A los 19 días de haber llegado a la presidencia, según publica en la revista Nexos el norteamericano John Womack Jr. ( que publica varios libros sobre México, entre ellos destaca Zapata y la Revolución Mexicana ), confía a los barones del dinero que va a devaluar nuestra moneda y los empresarios aprovechan para ganar inmensas fortunas con el canje de divisas y la fuga de capitales.

Mas tarde cuando los banqueros ven venir el FOBAPROA, se autoprestan y mientras los apoyos a los insolventes comunes son insignificantes, los huecos que le abren sistema de pagos los empresarios nos hipotecan para toda la vida.
Solamente estos dos datos prueban que los empresarios no son mejores administradores que los políticos.
¿ Les interesa a los empresarios el Bien Común?
Si para los panistas Bien Común es igual a ganancia, tendriamos que aceptarlo, de otra manera esa sería una falacia, porque el motor que mueve al empresario es la ganancia. Sin duda que entre el pequeño y mediano empresario se encuentra personas que realmente buscan servir a su comunidad, pero el mercado tiene sus leyes.
Falso que ese concepto lo haya manejado Aristóteles. El habló de vida buena. Es Santo Tomás quien desarrolla el concepto de Bien Común. Bobbio dice que sólo es útil para anteponerlo a bien personal.
Al llegar Fox, colocó en PEMEX, al representante de la Dupont en México. Puso a la paraestatal en manos del Imperialismo Yanqui. Lo único que hizo sobresaliente fue incrementar su planta laboral. El PRI se la dejó con 104 mil plazas. El PAN la aumentó más del 50 porciento, pero no crearon una sola plaza de campo. Todas fueron administrativas. Calderón llevó a Camilo, cuya familia hacia negocios con la Empresa.
¿ Es mala la intervención del Estado en la economía?
El PAN ha exhumado su fétido principio de subsidiaridad que sostiene que el poder público únicamente debe intervenir en las áreas que no son rentables para los particulaleres. Miren el tamaño de la contradicción. Por un lado califican al Estado de mal administrador y por el otro lo quieren circunscribir a actividades donde no se tengan ganancias.
Todos los que se espantan ante la intervención del Estado en la economia, debían saber que la primera fase del capitalismo se denomina mercantilismo o proteccionismo, sin cuya intervención el capitalismo no existiría. J. M. Keynes, que había sido corredor de bolsa, después de la crisis de 1929 propuso la intervención estatal para salvar el capitalismo. Gracias a la intervención del Plan Marshall se levantó Europa de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial.
La crisis que las calificadoras y bancos ocasionó en Estados Unidos para vender sus viviendas. Hay que decirlo con todas las palabras: crisis inmobiliaria y financiera que fue provocada por la corrupción de los empresarios y que estuvo a punto de colapsar al mundo capitalista, se superó gracias a la intervención del Estado.
Pocos saben que la seguridad social la implantó Bismarck, conservador y autoritario. El Estado moderno no hace más centralizar las funciones de asistencia que ya prestaban las corporaciones privadas.
Quienes quisieran que el Estado sólo fuera ese guardián nocturno, olvidan que es quien debe encarar todos los problemas comunes. Lo que es cierto es que la intervención del Estado en la economía no puede ser caprichosa.
¿ En realidad Amlo quiere fortalecer con la contrarreforma eléctrica a la CFE?
No puede buscar fortalecer a PEMEX ni a la CFE, colocando al frente de la primera a un agrónomo y en la segunda a un abogado envuelto en escándalos de corrupcion.
¿ Qué pretende al querer concentrar hasta las funciones de regulación en la paraestatal?
Desde luego en hombre de Estado puede y debe estar de acuerdo a que el poder político se limite con un buen equilibrio de poderes y un gobierno y administración sujeta a derecho y de ninguna manera a que se destruya ese poder con tanto autonomismo y comisiones reguladoras, que usurpan decisiones soberanas disuelven el Estado. El problema es que después de que Amlo ha hecho de la SCJN un instrumento para que le avale preguntar si hace justicia y al poder legislativo que, como él dice, le apruebe sin cambiarle una como a sus iniciativas, dejar a su gobierno que coloque por encima del derecho su arbitrario concepto de justicia, juzgar en sus Mañaneras al margen de la ley…nadie puede creerle que esta contrarreforma no busque otra cosa que fortalecer su poder personal, en lugar de fortalecer una empresa pública.
Es evidente que no ha propuesto esta contrarreforma en materia eléctrica, más que para tratar de reventar a la coalición Va por México.
Como ya hicieron público su rechazo todas las fuerzas opositoras, excepto, el PRI, pues se tejen muchas especulaciones sobre la postura que finalmente asumirá el tricolor.
El actual presidente nacional del PRI tiene que escoger entre él o su partido. Si decidiera apoyar la contrarreforma se puede encontrar con que de todas maneras los morenistas no cumplan su palabra y Layda Sansores, que no tiene escrúpulos le cargue hasta las muertes del holocausto, o también que muchos diputados no lo secunden y quede mal con Dios y con el diablo.
Lo que ya no queda duda es que en Veracruz, los ciudadanos sólo cuentan con un diputado priista. Pepe Yunes ha manifestado su posición de rechazo a la contrarreforma mientras los otros, sin un ápice de dignidad, esperan que su Alito les marque la línea. De esos testaferros del campechano ya sabremos, gracias a los plumíferos que centavean.
Sea lo que sea el PRI tiene mucho que cambiar. No únicamente a Alito. Debe irse Alejandro Moreno, porque está bajo sospecha de someterse a Amlo. Pero ya basta de que los priistas crean que con reemplazar su dirigencia ya cambiaron.
Andan tan mal, que aquí el grupo que pide que Marlon ya cierre su ciclo, grupo mejor conocido como los zopilotes, cuando hablan de cambio, lo limitan a la directiva. Las pasadas elecciones pusieron en su lugar a todos, pero como no pescaron nada, van sobre los huesos del PRI. Son tan limitados que no se dieron cuenta que la derrota del PRI no sólo es electoral. No señores , la peor derrota fue cultural. En Vrracruz lo primero que habia que hacer era desligarlo del fidelismo y el duartismo. Eso lo hizo Marlon. Pero como se les ha tolerado, ahora van por la revancha. Tal vez lo único que ha hecho Marlon es reagruparlo. Pero lo hizo bien. Ahora quisiera ver que las bases, no los que han parasitado en sus entrañas, se movilicen en favor de un cambio de sus prácticas, reglas, valores, discursos, públicos. Que adopte la discusión como método para la toma de decisiones. Que las decisiones las tomen sus órganos de gobierno. Que la libertad personal sea sustituida por la lealtad institucional. Que se premie la lealtad a las ideas y a la práctica grupal. Que se estimule la congruencia ideológica y programática. Que se proscriba el nepotismo y el oportunismo. Que sd acaben ambigüedades y vaguedades. Tenemos que deslindar. Tenemos que tomar partido. Es cierto el cambio debe darse emocionalmente, pero debe surgir de las bases.
Fidel Herrera, hizo un buen diagnóstico, pero el relevo se lo dió a juniors, que ni siquiera se lo agradecieron. Hay quienes únicamente se acuerdan de ser criticos cuando están fuera. El PRI necesita más que zopilotes. Pareciera que al PRI si no lo matas los de afuera, lo matan las lacras que tiene dentro, que no se resignan a vivir sin carroña.