María de los Ángeles Nivón

Ante el grave divisionismo que se registra en las “tribus” del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Oaxaca, el recién estrenado dirigente nacional, Mario Delgado Carrillo tiene un menudo paquete y un enorme reto, meter orden en los estados donde las y los morenos traen pleito interno por la disputa de los recursos y el control en los congresos estatales.

Y Oaxaca es la mejor muestra de ese divisionismo y fractura interna que desde que asumieron el poder, no han logrado superar, cada día están más confrontados.

Por ejemplo, en la 64 Legislatura del Estado, que está próxima a entrar al tercer año y último de ejercicio legal, de los 26 diputados y diputadas morenistas, hay 16 que siguen estando controlados por el senador y aspirante a la gubernatura de Oaxaca, Salomón Jara Cruz y los otros 10 se siguen manejando solos con la venia de Nancy Ortiz Cabrera, delegada de Bienestar. Nada ha cambiado en la confrontación de estos dos grupos.

En su loca desesperación y ansias por asegurar la candidatura al Gobierno del Estado, Jara Cruz pretende darles nuevamente madruguete al grupo de los 10 legisladores, imponiendo por tercer año consecutivo la cabeza en la Junta de Coordinación Política y en la Coordinación Parlamentaria, que según los acuerdos de los “jaristas”, esta vez le toca a Delfina Guzmán.

Primero impuso a Laura Estrada Mauro en el primer año de la presente legislatura, luego a Horacio Sosa Villavicencio y según el “acuerdo” pactado, ahora le toca a Delfina Guzmán y nuevamente viene el pleito, porque los 10 que no son afines a Salomón -que por tercer año consecutivo se vuelven a rebelar-, enviaron un oficio a su dirigente nacional, Mario Delgado Carrillo para que ponga orden en la “granja”, perdón, en el Congreso local.

En lo que era un oficio interno que fue filtrado a la prensa, los y las diputadas Arcelia López Hernández, Griselda Sosa Vásquez, Leticia Socorro Collado Soto, Othón Cuevas Córdova, Pavel Melendez Cruz, Luis Alfonso Silva Romo, Inés Leal Peláez y Ángel Domínguez Escobar firmaron una misiva para pedir a la dirigencia nacional de Morena su intervención.

El documento señala que “guiados por este ánimo renovador, que sus designaciones inspiran al partido, y esperan hacer en los próximos días, atendiendo en todo momento a los objetivos de justicia, igualdad, tolerancia, ajena a grupos de intereses de poder, tal y como lo determina el artículo 2° del estatuto de nuestro partido y vigilando celosamente el ejercicio de los principios democráticos de Morena”.

Asimismo las y los legisladores puntualizaron que el próximo coordinador de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) deberá tener el consenso de la mayoría y que no sea elegido para beneficiar a algún grupo de poder o algún personaje.

El propio diputado del grupo de los 10, Pavel Meléndez Cruz admitió que solicitaron a la dirigencia nacional su intervención para que intereses ajenos no continúen apoderándose de la bancada de Morena en Oaxaca, esta petición, por supuesto es respaldada por un tercer bloque, el de la bancada oaxaqueña morenista en San Lázaro.

Pavel Meléndez Cruz, cuya firma viene en el documento enviado a la dirigencia nacional, advirtió que el divisionismo de Morena podría crecer si el dirigente nacional del partido, Mario Delgado Carrillo y la secretaria general, Citlali Hernández no intervienen en los conflictos internos de este instituto político en Oaxaca.

Y es que hay otro asunto que les preocupa a los morenos, la fractura interna que enfrentan les va a afectar gravemente en las elecciones intermedias, los 24 legisladores locales que ganaron por mayoría pretenden reelegirse, pero van a necesitar de la ayuda del propio presidente Andrés Manuel López Obrador para intentar ganar en Oaxaca.

Tienen planeado pegarse a las giras que AMLO realice en la entidad oaxaqueña, que lo vemos complicado por el proceso electoral, como ya no viene el nombre de El Peje en la boleta, se van a querer montar en los recorridos que haga por tierras oaxaqueñas, solo que la ley electoral es muy clara, hay sanciones y llegado el momento habrá veda electoral.

Debe quedar muy claro que las y los candidatos morenistas sin AMLO no son nada. Ese es el verdadero reto en estas elecciones intermedias para la 4T.

Hay un tercer bloque que está en contra de Jara Cruz, los diputados federales Armando Contreras Castillo, Carol Antonio Altamirano, Irineo Molina Espinosa, Daniel Gutiérrez Gutiérrez, Azael Santiago Chepi, Manuel García Corpus, son contrarios al grupo “jarista” y también muy cercanos a Mario Delgado Carrillo.

Ya son muchos enconos y divisionismo que ha logrado en estos dos años de gobierno de la 4T el senador morenista, y empieza a pesarle por eso lo del “madruguete” no solo en la JUCOPO de la 64 Legislatura del Estado, sino también en la dirigencia estatal con su “sobrino político” Sesul Bolaños, a quien pretende mantener al frente sin el consenso de las bases.

En el tema de la dirigencia estatal donde el grupo del diputado Ericel Gómez Nucamendi les ha dado dolores de cabeza porque también tiene interés de quedarse con el partido, la disputa son los recursos que ascienden a $59,935,708.7 millones de pesos anuales vía prerrogativas de Morena, de los cuales Sesul Bolaños no rinde cuentas, se desconoce en qué se gasta el dinero, no hay promoción política, ni trabajo electoral.

Hay voces que afirman que el dinero de las prerrogativas ha servido para financiar la adelantada campaña de Jara Cruz, puesto que Morena recibe mensual recursos por $4,994,642.7 millones de pesos y sin transparentarlo ante sus bases, salvo en el IEEPCO donde si tienen que comprobar.

Al igual que son utilizados para financiar a Jara Cruz una buena parte de los recursos municipales de Salina Cruz donde mal gobierna Juan Carlos Atecas; de Juchitán con Emilio Montero Pérez; Tehuantepec con Vilma Martínez; San Blas Atempa, Antonino Morales Toledo quien fue investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y por la Fiscalía General de la República (FGR), como probable colaborador del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), por ello sus cuentas bancarias fueron congeladas.

Son todo un “estuche de monerías”

Tendrá que ser el propio presidente López Obrador quien meta orden entre las “tribus” de Morena, es el único que tiene el control y quien puede dejarlos quietos.

A Mario Delgado Carrillo se le va a dificultar porque para llegar a la dirigencia nacional también recibió el apoyo de Salomón Jara Cruz, ¿con qué calidad moral le va a pedir que saque las manos de la JUCOPO y de la misma dirigencia estatal?

Aunque Pavel Meléndez confíe en que la dirigencia nacional pueda resolver los conflictos internos de Morena, al mencionar que la dirigencia estatal del partido también se encuentra en la incertidumbre por la falta de un líder que sea reconocido por la base del partido, será AMLO, finalmente, quien lo resuelva.

Veremos en qué termina la rebatinga morenista. Son una vergüenza.

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